Dos oficiales de la oficina de Derechos Humanos se quedarán en el país para evaluar la comisión de prevención de la tortura y para conversar con los presos políticos sin sus carceleros
La visita a Venezuela de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, generó reacciones encontradas por parte del oficialismo y de la oposición. Pero hay algo claro, y es que la presencia de la funcionaria debe convertirse en acciones concretas, tal como ella misma lo expresó este viernes al cierre de su gira de tres días.
1)Acciones contra la tortura: «Tenemos el compromiso expreso del Gobierno para llevar a cabo una evaluación de la comisión nacional de prevención de la tortura, así como para evaluar cuáles son los principales obstáculos en el acceso a la justicia en el país», dijo la alta comisionada. Dos oficiales de la oficina de derechos humanos de la ONU se quedarán en Venezuela para «proveer asistencia y asesoría técnica» en esta materia, pero también para monitorear la situación, reseñó EFE.
2)Hablar con los presos sin la presencia de sus carceleros. «El Gobierno también ha aceptado que mi equipo entre a los centros de detención para poder monitorear las condiciones» en las que se encuentran y hablar «confidencialmente con los privados de libertad», así como a permitir un acceso «más amplio a los distintos mecanismos de derechos humanos» incluidos los relatores de la ONU, contó Bachelet.
La expresidenta chilena manifestó que espera que el Gobierno de Maduro cumpla con su palabra, y aseguró que, de lo contrario, lo informará.
Expresó su deseo de que la asistencia de su equipo sirva para reforzar la «prevención de la tortura», y destacó que para ella fue «profundamente doloroso» escuchar a las víctimas de violación de derechos humanos o de la «violencia política por ser partidarios del régimen».