El aumento hecho mediante el pago de bonos «es contrario a la ley orgánica del trabajo y la Constitución», indicó la presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas
Un salario mínimo de tres dólares como el que hay en Venezuela «no se puede aguantar, y eso lo sabe el gobierno nacional», sostuvo Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas. El aumento hecho mediante el pago de bonos «es contrario a la ley orgánica del trabajo y la Constitución».
Por el aumento en los bonos «ya no tenemos ni prestaciones, ni vacaciones; no tenemos absolutamente nada de todos estos aspectos que recoge la ley orgánica del trabajo», criticó León.
Resaltó que el bono de guerra «es un bono discrecional, que no les llega a todos los trabajadores porque no todos los trabajadores están inscritos en la página patria, y eso tiene una connotación política». Como dirigente gremial, consideró que los bonos son un mecanismo de control, al igual que «toda la política social del gobierno».
Las protestas del 1 de Mayo buscaban «visibilizar la política que tiene el ejecutivo nacional de destrucción del salario», resaltó León.
«Nosotros los trabajadores la agenda que tenemos es social y de derechos, y estaremos en la calle hasta que cambie esa realidad. La Constitución de la República Bolivariana es muy clara en su artículo 91: ahí no hay ambigüedades. El salario mínimo debe estar referenciado al costo de la canasta alimentaria o la canasta básica. Nosotros estamos referenciándolo a la canasta alimentaria, y ni esa», explicó.
El gobierno, aseguró, sí tiene recursos para aumentar el salario, «y él lo sabe: las cuatro reuniones que se han hecho dl diálogo social con la OIT lo señalaron, ya hay un mecanismo para el cálculo» y un monto. «Si lo conocen, ¿por qué razón no se ha aumentado el salario mínimo de los trabajadores?».