La protesta de trabajadores públicos, defensores de derechos humanos y familiares de presos políticos terminó en un diálogo con dos funcionarias que recibieron cartas, escucharon reclamos y se comprometieron a dar respuesta
El descontento unió, este martes 6 de septiembre, a varias decenas de ciudadanos que se encontraron en Parque Carabobo; también los hilvanó la esperanza de que el Ministerio Público actúe para restituir la justicia. Primero, se concentraron en la plaza. Después, tomaron la avenida Universidad y se acercaron, paso a paso, a la entrada del Ministerio Público (MP). Solicitaron que el fiscal Tarek William Saab los recibiera o, como dijo el abogado Eduardo Torres, que sacara la mesa y la silla para escucharlos. En lugar de Saab se presentaron dos funcionarias del Ministerio Público -de la dirección de servicios jurídicos- que recibieron cartas y escucharon todos los reclamos.
Deyanira Romero, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la UCV (Sinatra-UCV), enfatizó que «no andamos pidiendo la cabeza de nadie» sino que se restituyan los derechos de los trabajadores.
José Gregorio Afonso, directivo de la Apucv, explicó a las funcionarias que, aunque el TSJ dice que el instructivo de la Onapre no existe, «se los aplican a ustedes y nos lo aplican a todos». Afonso también recordó el caso del ex preso político Rodney Álvarez, quien estuvo 11 años preso sin delito.
Una de las funcionarias asintió con la cabeza cuando Afonso le comentó que cuando Saab era activista de derechos humanos no se habría quedado callado ante algo como lo sucedido a Rodney Álvarez. «No son casos aéreos», aseveró.
La esposa del preso político Alcides Bracho le contó a la funcionaria que Bracho tiene más de 60 días preso. Le relató que tienen dos hijos «y otros dos que nos dejó la pandemia, porque mi cuñada falleció». Subrayó: «Mi esposo no tiene dinero, armas. Solamente es un trabajador».
«Mi esposo tiene derecho a estar libre», le reiteró a una de las funcionarias.
Una de las funcionarias, que se identificó como Nicolina, escuchó pacientemente todos los comentarios.
Coromoto Rodríguez, jubilada del Ministerio de Agricultura, les pidió que «tengan un poquito de compasión» con los jubilados y pensionados. «Quedamos en sus manos, necesitamos respuesta oportuna porque si no, un día, nos vamos a quedar el día y la noche, y aquí vamos a dormir», expresó.
Roberto Carpio, jubilado del Ipasme, denunció que a «quienes somos críticos y en alguna oportunidad apoyamos este proceso» los persiguen.