Actualmente el Vaticano estudia otro presunto milagro atribuido a la intercesión del médico de los pobres que lo llevaría a ser canonizado para convertirse en el primer venezolano con el título de santo
Este 26 de octubre los venezolanos celebran por segundo año la memoria litúrgica del beato José Gregorio Hernández luego de su beatificación el pasado 30 de abril de 2021.
La Iglesia Católica celebra a sus santos el día de su muerte al considerar que es el día del encuentro con el Padre, sin embargo, en el caso del médico de los pobres durante la ceremonia de beatificación se dispuso que su memoria litúrgica se celebrara el día de su nacimiento, una fecha grabada en el corazón y la fe de los venezolanos.
Hace 158 años, el 26 de octubre de 1864, en Isnotú, en el andino estado Trujillo, nacía José Gregorio Hernández Cisneros, para ser el protagonista de una vida de fe y ciencia entregada a los más necesitados.
Nació en el seno de una familia católica; el primero de los seis hijos de Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla.
En 1872, cuando apenas tenía ocho años, falleció su madre.
A los 13 años manifestó su deseo de estudiar derecho, sin embargo, su padre lo convenció de que optara por la medicina; y es así como inicia su camino académico en Caracas en el Colegio Villegas, en el que obtiene el título de bachiller en filosofía.
Ingresó a la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde realizó estudios de medicina y se graduó en 1888, obteniendo calificaciones sobresalientes para convertirse en el estudiante más destacado de su grupo.
Otra de las opciones que pasaron por la vida de Hernández, fue la de ser religioso, por lo que envió una carta al prior de la Orden de San Bruno en la Cartuja de Farneta, y en 1908 es admitido en el monasterio de clausura tomando el nombre de “Hermano Marcelo”.
Sin embargo, luego de nueve meses enfermó gravemente y el superior religioso dispuso su regreso a Venezuela para su recuperación.
De regreso a Caracas, en 1909 recibe la admisión al Seminario Santa Rosa de Lima, aunque seguía pensando en la vida monástica. Tres años más tarde ingresó a los cursos de teología del Pontificio Colegio Pio Latino Americano; esta vez una grave afección pulmonar lo obligó a regresar a Venezuela.
El médico de los pobres, falleció en Caracas el 29 de junio de 1919 a los 54 años, luego de ser atropellado por uno de los pocos vehículos de la época en la popular zona de La Pastora.
El milagro de beatificación
El 10 de marzo de 2017, la niña Yaxury Solórzano Ortegay su padre fueron interceptados, en el caserío Mangas Coveras del estado Guárico por unos delincuentes para robarles la moto.
Les dispararon y una bala alcanzó la cabeza de la niña en la zona tempoparetal derecha, dejándola gravemente herida, que le provocó un fuerte desangramiento y pérdida de masa encefálica.
Los médicos aseguraban que de sobrevivir, la niña quedaría con discapacidad motriz, lingüística, pérdida de la memoria y de la visión.
En ese momento su madre pidió a José Gregorio Hernández para que la salvara y le concediera la salud; y a los 20 días la niña salió del hospital completamente sana, caminando y hablando.
La madre cuenta que José Gregorio le puso una mano en el hombro, le dijo que no se preocupara y entró a la intervención quirúrgica de Yaxury.
Camino a la canonización
Actualmente el Vaticano estudia un presunto milagro que habría ocurrido por la intercesión del beato José Gregorio Hernández y que lo convertiría en el primer venezolano luciendo la aureola de los santos.
Se trata del caso de un hombre desahuciado en Estados Unidos y que requería transplante de hígado y diálisis; y se recuperó sorpresivament, por lo que el caso fue enviado a Roma el julio tras un tribunal eclesiastico.
Actualmente está en la fase de evaluación médica para dar fe de que se trata de un hecho inexplicable para la ciencia, al superar este paso será evaluado por la comisión de teólogos para estudiar la intercesión y divina; luego deberá avanzar a la comisión de cardenales como paso previo a la firma del decreto del Santo Padre.