En menos de una hora el aguacero dejó un río que bajaba desde la avenida principal del Country Club hacia la avenida principal de Las Mercedes, así como una laguna frente a la plaza José Martí
«Qué loco», comentó una señora que, este domingo 25 de septiembre, se empapó hasta los huesos y luego sintió el calor del sol que volvió a brillar más de media hora después. En cuestión de minutos, poco después de la 1 de la tarde, una lluvia tropical golpeó la avenida Francisco de Miranda y arropó a transeúntes, motorizados y vehículos.
Relámpagos y truenos hicieron que varias personas se refugiaran en el Centro Comercial Lido.
Fuertes vientos azotaron los árboles y arrancaron ramas de cuajo. Un chaguaramo se vino abajo frente a la sede del BNC en El Rosal y obstruyó el paso temporalmente.
El río que bajaba por la avenida principal del Country Club hacia la avenida Francisco de Miranda y la avenida principal de Las Mercedes hizo que algunos vehículos tuvieran que desviarse.
A los vehículos les tocó avanzar por su cuenta y riesgo debido al agua empozada.
Cerca de una sede oficial varios trabajadores sacaron los machetes para despedazar las ramas que cayeron sobre la acera y obstaculizaban a los caminantes.
Pero la lluvia, igual que llegó, se marchó hacia otras zonas, no sin dejar su estela de desolación. Las guacamayas, amantes de la lluvia, volaron entre los árboles de El Rosal con su acostumbrada algarabía.