El padre Alfredo Infante, párroco de la parroquia San Alberto Hurtado, confirmó que este año ha sido crítico el servicio de agua en la parte alta de La Vega (Caracas) y reiteró que están exigiendo a Hidrocapital una agenda para el envío de agua: «Que las comunidades sepan cuándo va a llegar agua y cuántas horas van a tener».
Hace meses se acordó un ciclo de tres días por semana, que se convirtió en un solo día a la semana para 60 mil personas.
Antes de las elecciones del 21 de noviembre «curiosamente el servicio mejoró bastante», pero luego «volvió a ausentarse el agua».
Nos preocupan dos cosas: cuando el agua se va Hidrocapital envía cisternas con las cuales «se hacen negocios», y una cisterna de 10 mil litros puede cotizarse en 40 dólares. También nos inquieta, añadió, que se use el agua como mecanismo de chantaje político.
Las protestas por el agua se han realizado desde 2016. Solo este año se han hecho unas 15.