Después de cuatro años de recurrir a otras instancias, Nicolás Maduro acudirá -presuntamente este martes 12 de enero- a la sede de la Asamblea Nacional para presentar su informe anual, o memoria y cuenta, correspondiente al año 2020.
En medio del conflicto de poderes en que se encuentra el país, en el cual factores nacionales e internacionales ponen en entredicho la legitimidad de Maduro como presidente, ya que desconocen las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018, el mandatario vuelve a exponer sus aciertos y desaciertos ante el Poder Legislativo. Lo hace esta vez en un Parlamento dominado por el oficialismo, y no totalmente reconocido por la comunidad internacional.
En 2016, después de que la oposición conquistara la mayoría de la AN, Maduro presentó su memoria en un escenario que le era políticamente hostil. El entonces presidente del Legislativo, Henry Ramos Allup, prometió que transitarían el camino para sacarlo de Miraflores en seis meses.
El Parlamento de 2016 dominado por la oposición sufrió sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), se quedó sin representación indígena (la que le permitía la mayoría calificada) por unas supuestas irregularidades en el estado Amazonas que nunca se resolvieron; parlamentarios fueron acosados, obligados a marcharse al exilio, perseguidos o encarcelados.
En enero de 2017, Maduro no fue a la AN sino al TSJ a llevar su informe anual. En ese momento aseguró que el Parlamento se encontraba «en desacato», según las sentencias del tribunal.
Después de la cuestionada elección de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) Maduro, llevó sus informes a esa instancia en la que no se escuchó -al menos, públicamente- una voz que lo cuestionara.
En el mismo saco roto cayeron los presupuestos de la nación y las correspondientes leyes de endeudamiento, de los que se desconocen montos y premisas.
Después de las elecciones del 6 de diciembre de 2020, calificadas como no libres y no válidas por organizaciones nacionales e instancias internacionales, y en las cuales se abstuvo más de un 80% del electorado, Maduro garantizó que acudiría a la AN para llevar su informe anual.