Hoy es difícil la alteridad, comentó la periodista colombiana Marta Ruiz, porque las redes sociales están hechas para mostrarse y no para escuchar
Sobre aniquilar al otro hasta en lo simbólico y cómo la polarización impide escuchar al contrario habló este martes 19 de noviembre la periodista Marta Ruiz. Lo hizo en la conferencia magistral y conversatorio titulada «Informar en contextos de conflictos y paz», actividad organizada por la Embajada de Colombia, moderada por el periodista Vladimir Villegas y realizada en la sede del SELA, en Caracas. En este escenario también habló el periodista Alfonso Buitrago, quien contó que los periodistas colombianos se enfermaron de cubrir masacres.
Ruiz, quien también fue integrante de la comisión de la verdad, comentó que en la comisión sintieron que la verdad no era un bien público. Refirió que, en tiempos de guerra, no hay adversarios sino enemigos, y al otro se lo quiere aniquilar. Nadie escucha; solo hay niebla y hay ruido.
Medios, territorios seguros
El embajador Milton Rengifo, durante la presentación de la jornada de trabajo, explicó que querían transferir las buenas prácticas y remarcó que cualquier experiencia de diálogo necesita herramientas para la comunicación. La comunicación pública y plural es constructora de democracia, subrayó. Y los medios no solo son escenario de conflictos y tensiones, sino también un espacio para la inclusión y el diálogo.
A una comisión de la verdad, sentenció Ruiz, le toca recoger los escombros. Nadie quiere oír la verdad y entender que lo que pasó fue por decisiones humanas. El reconocimiento de lo ocurrido es lo que cambia y eleva el nivel moral del país. Debe haber, insistió, una base mínima de verdad.
También recordó que la polarización no deja escuchar lo que el otro quiere decir: el otro es mi enemigo y lo que venga no lo voy a escuchar. Además, cuando se destruye al otro como interlocutor no hay diálogo posible.
En este contexto, los medios deben ser territorios seguros para generar diálogos, destacó, y apuntó que el partido del periodismo debe ser la gente, las víctimas.
Buitrago, por su parte, presentó un retrato del Medellín de los años 90: «Había una desmoralización social». Pero en medio de la violencia la gente estaba resistiendo, reconoció; grupos culturales del Estado mantuvieron esa resistencia.
Recuperar la política
Entre los periodistas y la sociedad existe un pacto tácito, y un compromiso de contar la historia completa de la mejor manera posible, resumió Ruiz. Pero para informar se necesita acceder a la información, y en una guerra toda la información era «seguridad nacional». Recordó que ejercieron derechos de petición para intentar romper el silencio. Buitrago admitió, no obstante, que incluso con eso es difícil tener información oficial.
La periodista reflexionó que antes se hablaba de política en las cafeterías y los bares, y hoy la gente lo único que hace es chatear. Ese espacio de cafeterías y bares es más necesario que nunca.
Hablar del futuro, tramitar el pasado
Hoy es difícil la alteridad, comentó Ruiz, porque las redes sociales están hechas para mostrarse y no para escuchar. En los conflictos la gente guarda silencio, porque es un mecanismo de defensa. Un acuerdo de paz, en cambio, es un espacio de escucha que empieza por la experiencia humana.
Aunque parezca duro, la experiencia le indica que en un proceso de paz hay que hablar del futuro y tramitar el pasado.