«El detenido estaba cubierto por inmunidad de jurisdicción penal y tenía derecho a la inviolabilidad personal como enviado especial de Venezuela en tránsito por Cabo Verde», señaló este lunes el abogado de Álex Saab, José Manuel Pinto Monteiro
El empresario colombiano Álex Saab, acusado de ser testaferro del mandatario Nicolás Maduro, interpuso una demanda de «habeas corpus» para lograr la libertad ante la Justicia de Cabo Verde, que podría emitir un fallo esta semana, informó este martes 23 de junio su abogado, José Manuel Pinto Monteiro.
El «habeas corpus» (derecho de un detenido a comparecer ante un juez o tribunal para que resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe levantarse o mantenerse) se presentó el pasado jueves ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ), reveló Pinto por teléfono desde Praia, la capital de este país insular de África occidental.
La solicitud, explicó, se basa en el supuesto de «encarcelamiento ilegal» de Saab, detenido el pasado día 12 de junio en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral de la septentrional isla de Sal (la más importante de Cabo Verde), en respuesta a una petición de Estados Unidos cursada a través de una alerta roja de Interpol por delitos de blanqueo de dinero.
Según el abogado, «el detenido estaba cubierto por inmunidad de jurisdicción penal y tenía derecho a la inviolabilidad personal como enviado especial de Venezuela en tránsito por Cabo Verde».
Tras la detención de Saab, Venezuela reaccionó señalando que Saab es un ciudadano venezolano y un «agente» del Gobierno, que se encontraba «en tránsito» para volver al país.
Venezuela, recordó Pinto, «nunca eliminó el estatus de enviado especial al señor Saab, así que cuando hizo una escala en la isla de Sal, esa condición era válida y tenía inmunidad diplomática y no podía ser detenido bajo esas condiciones».
También se apoya el «habeas corpus» en el «uso fraudulento de una alerta roja por parte de Interpol», subrayó Pinto, que compareció este lunes ante el STJ en Praia, en representación de su cliente, detenido en la norteña isla de San Vicente, adonde fue trasladado desde Sal para testificar ante una corte de apelación.