La sanción penal y moral para quien se «porta mal», el «contrato social» contra la corrupción y la voluntad política y ciudadana son factores que ayudan a combatir los manejos irregulares de fondos públicos. Transparencia Venezuela realiza en Caracas un foro de dos días, «Contra la corrupción, gobierno abierto», para hacer diagnósticos y soluciones
De una enfermedad llamada corrupción parece no salvarse ningún país. Tampoco Venezuela. Pero hay herramientas que pueden actuar como «vacunas» y es por ellas que apuesta la organización Transparencia Venezuela.
Este lunes 9 de diciembre se celebra el Día Internacional contra la Corrupción. En ese contexto Transparencia Venezuela organizó un foro de dos días en Caracas, sobre el gobierno abierto como una forma de luchar contra la corrupción.
La mexicana Anaid García, responsable del proyecto de designaciones públicas del programa de participación ciudadana de Fundar, recordó que la obligación de rendir cuentas por parte de los funcionarios públicos no es un favor, sino una obligación.
En Venezuela la opacidad es la regla, enfatizó la abogada Mildred Rojas, de Transparencia Venezuela. Mientras haya más información, mayor posibilidad de hacerle frenre
Para Ramón Guillermo Aveledo, presidente del Instituto Parlamentario Fermín Toro y exsecretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, resaltó que debe haber un precio para quien se «porta mal», como la cárcel o la pérdida de elecciones.
Gustavo Pérez, investigador de la Alianza de Gobierno Abierto, insistió en que se necesita voluntad política y propuso la idea de un «contrato social» contra la corrupción.