Por crímenes previos, la defensa alegó también que padecía enfermedades terminales
Esta vez, Andrés Lópes Martins (37) enfrentará cargos por homicidio, luego de que la policía científica emita el reporte final de las investigaciones a la oficina de Flagrancias del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas.
Lópes Martins fue aprehendido por funcionarios adscritos a la División de Investigaciones de Víctimas Especiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, luego de confesar que el pasado 24 de agosto estrangulara a su padre -un comerciante portugués de 77 años de edad- de nombre Armindo Lópes Da Conceicao, cuyo cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición en la carretera Petare-Santa Lucia, sector Nueva Esperanza, calle principal, parte posterior de una casa sin número, Filas de Mariche.
Fuentes ligadas a la investigación informaron, de forma extraoficial, que al lugar llegaron comisiones del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), quienes apoyaron en las labores para desenterrar el cuerpo y trasladarlo al organismo ubicado en Bello Monte.
Los hechos
Armindo Lópes Da Conceicao fue reportado como persona desaparecida, el pasado 31 de agosto. Fueron sus vecinos quienes alertaron a los organismos policiales e indicaron que la víctima solo residía con su hijo, a quien se le veía actuar con total normalidad.
Durante el primer interrogatorio, Andrés Lópes Martins relató a los pesquisas de la policía científica que su padre había viajado a Colombia, para cumplir un tratamiento médico.
Sin embargo, la versión fue desmentida tras comprobar que no había movimientos migratorios y no fue sino a través de una triangulación satelital del teléfono celular y tras verificar las cámaras de circuito cerrado donde vivían padre e hijo, se determinó que el septuagenario nunca había salido del inmueble.
Al verse acorralado, Andrés Lópes Martins confesó que estranguló a su padre con un mecate. Luego le pidió a un conocido -empleado del padre-, que le ayudara a embalar el cadáver en bolsas negras y enterrarlo en el lugar acordado, cuya fosa ya había sido cavada días previos al crimen.
El ayudante fue identificado como Antonio Benítez Gil, de 50 años de edad. Por participar en el hecho, Lópes Martins le pagó $200 y le obsequió una moto Kawasaki, modelo KLR650. Este hombre también fue detenido por las autoridades.
Lópes Martins confesó que mató a su padre porque le negó $600 que requería para cancelar una deuda.
También mató a su mamá y a una novia
En 2006, Lópes Martins asesinó a su progenitora y cinco años después (en 2011) , mató a su novia. Las víctimas recibieron golpes con objetos contundentes.
En ambos casos, los abogados defensores alegaron que el victimario fue diagnosticado con insania mental y padecía enfermedades terminales, por lo que nunca cumplió condena, mucho menos fue recluido en centros psiquiátricos. Por el contrario, le fue impuesta una medida de libertad bajo presentación.