La gasolina hizo su reaparición en Venezuela, entre críticas de un sector y alegría de otros que celebran el hecho de que Irán nos surta combustible
El equipo de Contrapunto se trasladó a la bomba de Piedra Azul en el municipio Baruta para conocer de cerca una de tantas realidades de las estaciones de servicio.
“Hermano esto es una hijoeputada tengo desde las cuatro de la mañana aquí y ni me dicen cómo coño voy a pagar, si me voy ni nada”, reveló Rodolfo Becerra al equipo de Contrapunto, mientras esperaba en su Malibú.
Los conductores hablaban con los milicianos, los militares con los bomberos, todo se manejaba al mejor estilo de una junta de condominio de la popular serie española “Aquí no hay quien Viva”.
Pero así es, y así comenzó nuestra nueva realidad, entre el distanciamiento social y la gasolina iraní. Otra señora del sector de Piedra Azul llegó en su Chevrolet Aveo y tuvieron que ayudarla a empujar para poder llegar a surtir el combustible. “Nunca pensé que llegaríamos a esto pero falta más, algo muy malo hicimos los venezolanos”, declaró a Contrapunto.
Los ánimos seguían caldeados, la distancia social la dejaron en solamente en la teoría, la única manera de sentirse satisfechos era logrando llenar su tanque de combustible, pero no para todos fue así.
“Tengo desde las cuatro de la mañana y ahora me dicen que sólo echarán a 20 automóviles y además solo surtieron a 20 vehículos, tremenda gracia”, comentó otro usuario que prefirió no identificarse.
Luego de este primer día, solo queda esperar que los próximos sean mejores y como hacemos los venezolanos solo esperar y esperar.