Los devotos en esta fecha reconocen los pecados y piden el perdón de Dios
El miércoles de ceniza es la preparación espiritual para la Cuaresma, los 40 días que preparan el espíritu para celebrar los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Esta fecha se considera muy importante en la liturgia de la iglesia.
Esta tradición está signada por la imposición de una cruz de ceniza en la frente, que evoca los orígenes de la creación: «Polvo eres y en polvo te convertirás», como está plasmado en el libro del Génesis de la Biblia.
La tradición surgió 400 años después de la muerte de Jesús, época en la que las personas se colocaban este polvo en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un «hábito penitencial», para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
Esa cruz que al final de la homilía, el sacerdote impone a los católicos en la frente con la predica de: «Conviértete y cree en el evangelio», proviene de las palmas del anterior domingo de ramos, que son consagradas y quemadas para este fin.
Esta tradición católica establece que la Cuaresma debe iniciarse con ayuno, de manera que los miércoles de ceniza se recomienda realizar una única comida fuerte, como harán más adelante el Viernes Santo, esta es una condición obligatoria para los devotos mayores de 18 años y menores de 60. Pasada esa edad, este gesto se considera opcional.
Paralelamente, la abstinencia de comer carne es obligatoria desde los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma son de abstinencia obligatoria.