El Carnaval cayó como una nueva víctima del forcejeo entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó, entre la Asamblea Nacional (AN) y el Poder Ejecutivo. El Gobierno decidió extender el asueto dos días más mientras gremios, empresas y políticos insistieron en que no hay razones para celebrar.
El miércoles 27 de febrero en la tarde, Maduro firmó el decreto en el que se establecen dos días más de asueto (28 de febrero y 1 de marzo) «para que reine la identidad, la cultural, el Carnaval como gran celebración nacional para seguir reafirmando la paz».
Organizaciones como Consecomercio y Fedecámaras instaron a sus agremiados a trabajar, aun cuando los dejaron en libertad de acatar o no el decreto del Ejecutivo.
«Consecomercio va a trabajar esos días, porque creemos que el país no está en el momento de detenerse; al contrario, debemos trabajar más”, manifestó María Carolina Uzcátegui, presidenta de Consecomercio.
Además, por redes sociales se difundieron mensajes en los que se invitaba a la población a no sumarse a las fiestas de Carnaval.

No es la primera vez que un asueto se convierte en punto de discusión entre Gobierno y oposición. Durante el paro petrolero, entre 2002 y 2003, la oposición exhortó a la población a no sumarse a las fiestas de Navidad.
En el contexto actual, Maduro llama a la gente a sumarse a los Carnavales y ofrece para los temporadistas casi 500 playas aptas y varios miles de recreadores. Guaidó, por su parte, continúa una agenda de reuniones con presidentes latinoamericanos mientras llama a los venezolanos a esperar su regreso con movilizaciones.