Maduro acusó a Figuera de ser un espía de la CIA y aseguró que desde entonces había trabajado como un «traidor y topo infiltrado» contra Venezuela
El Gobierno estadounidense abrió este martes 25 de junio las puertas a la posibilidad de que funcionarios del Ejecutivo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, sigan los pasos del antiguo jefe del Sebin, general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, quien ya se encuentra en erritorio de EEUU.
«Cuando (Figuera) abandonó el régimen le quitamos las sanciones. (…) Ahora va a decir cosas sobre el régimen que quizás para otros funcionarios (venezolanos) sean desconocidas y que puedan ayudar a cambiar su opinión«, argumentó el enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams, en una rueda de prensa en Washington.
Explicó Abrams que el que fuera jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) no se encuentra «bajo detención» en Estados Unidos y expresó interés por parte de las autoridades estadounidenses de dialogar con él respecto a Maduro y Venezuela.
«No está bajo detención, es un hombre libre. Me gustaría hablar con él, tanto yo como otras autoridades. Tiene muchas cosas interesantes de las que hablar sobre Maduro y la vida en Venezuela«, dijo.
El general Figuera, ahora considerado prófugo de la Justicia por el Gobierno de Venezuela, fue uno de los hombres que participó en el fallido levantamiento militar contra Maduro el pasado 30 de abril encabezado por el líder opositor, Juan Guaidó.
Maduro, luego del intento de golpe de Estado presentó como nuevo director del Sebin al general Gustavo González López.
Tras el alzamiento, Maduro aseveró que Figuera había sido «captado» hacía un año por la CIA y que desde entonces había trabajado como un «traidor y topo infiltrado» contra Venezuela.
EEUU levantó en mayo las sanciones que pesaban sobre el general Figuera, cumpliendo así con la promesa de que aquellos funcionarios cercanos a Maduro que rompieran con el chavismo quedarían exentos de castigos del Gobierno norteamericano.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, explicó que el levantamiento de las sanciones contra el exjefe de inteligencia alentará a otros militares venezolanos «a seguir el ejemplo del general» Figuera y prometió que la administración Trump «considerará un alivio de sanciones a todos aquellos que decidan defender la Constitución» y romper con Maduro.
Figuera, de 55 años, llegó a Estados Unidos después de permanecer escondido dos meses en Bogotá, tras surgir como un conspirador sorpresa contra Maduro en el alzamiento fallido de abril.
La llegada del general Figuera se hizo pública el lunes 24 de junio a través de una entrevista que concedió al diario The Washington Post, en la que afirmó haber llegado con un «tesoro», en referencia a secretos de Maduro.
En la entrevista acusó al Gobierno venezolano de negocios ilegales de oro, aseguró la presencia de células del grupo chií libanés Hezbolá en Venezuela y destacó la influencia de Cuba en Maduro, según el diario.
Aseguró no arrepentirse de haberse levantado contra Maduro, pese a que el intento de sacar al gobernante del poder fracasó.