Lo que no aprendimos, no recordamos o no hemos querido recordar es el real valor histórico de los movimientos de preindependencia para la conformación de nuestra identidad histórica como venezolanos. Los sucesos del 19 de abril de 1810, en la naciente República de Venezuela, debieron enseñarnos algunas cosas, sobre todo el real surgimiento de una nueva venezolanidad soberana e independiente
La historia de Venezuela en tiempos de la naciente República se escribió de manera épica, donde la narrativa discursiva ha estado marcada por la visión positivista de la historia. Solo se resalta lo bueno y la heroico, romántico de nuestro próceres.
Los hechos se narran magnificando algunas incidencias y dejando de lado otras lecturas del mismo fenómeno, del acontecimiento histórico. Sobre todo, personificando la grandiosidad en personajes que participaron ese día y que luego llegarían a despuntar en lo que vino después, la gesta la de independencia.
A partir de este nuevo fenómeno histórico las instituciones nacieron de la herencia monárquica española, que para ese momento estaban naufragando producto del poder político generado por las influencias napoleónicas en todo el continente europeo.
Asimismo es bueno recordar que los gobernantes de ese momento de la historia, “republicanos” por la influencia de la reciente Revolución Francesa, conservaron el talante absolutist.
Es sustancial recordar que la renuncia de Vicente Emparan es el icono histórico que marcó el evento político, pero no lo único que marcó el alcance real del movimiento que la revuelta contra la monarquía en tierras colonizadas.
Historia relatada
Federico Villalba Frontado, profesor universitario egresado de el Departamento de Geografía e Historia de la Universidad Pedagógica Experimental Libertado (UPEL), del Instituto Pedagógico Nacional (IPC) y del Colegio de México, realizó un sucinto análisis de sobre la vigencia histórica del movimiento de preindependencia del 19 de abril de 1810 en Venezuela.
«El 19 de abril de 1810 fue una movimiento político que se generó producto de la ausencia del Rey de España, como autoridad monárquica rectora de todos los poderes en la Venezuela de ese momento de la historia», apuntó Villalba.
Asimismo destacó «no podemos ver este acontecimiento histórico con una mirada sumamente romántica, donde una persona realizó una pregunta y los venezolanos presentes respondieron que no querían ser gobernados por la autoridad representativa del rey español en nuestras tierras».
«Este momento de nuestra historia patria fue pionero en los movimientos de independencia en todo nuestro continente, tanto es así que el resto de la naciones vecinas tomaron esta iniciativa política como punto de arranque para la gesta de independencia nacional», argumentó.
No obstante relató que “el 19 de abril fue la fecha inicial de nuestra independencia, cuando los habitantes de Caracas se dirigieron a donde hoy está la Casa Amarilla, en la esquina Noroeste de la Plaza Mayor -hoy La Plaza Bolívar- para pedirle la renuncia a Vicente Emparan, Capitán General de Venezuela».
«El capitán dirigiéndose a la poblada desde el balcón, Emparan preguntó si los caraqueños querían que él siguiera al mando como autoridad designada por el reino español. Fue cuando el presbítero José Cortés de Madariaga, parado detrás de Emparan, hizo señas con la mano para que le contestaran que no. El pueblo de Caracas gritó que no. Esto marcó el inicio real de nuestra independencia. Ahí Emparan replicó en términos históricos: Yo tampoco quiero mando y se fue del recinto histórico, siendo sustituidos los mandos enviados por el Rey de España, por una Junta Suprema”, relató.
Además agregó que «el 19 de abril es una fecha clave para comprender y entender la independencia total de nuestra nación. Ahora somos libres e independientes producto de todos los esfuerzos conquistados en ese momento de nuestra historia. La vigencia real de este fenómeno eso hay que llevarlo como una consigna permanente en nuestro ahora presente histórico, y esa realidad socio-política se debe por la lucha generada en nuestra gesta de la independencia».
En este sentido argumentó que no está diciendo «que la historia se mantiene congelada en el tiempo, pero tampoco estoy diciendo que la historia se repite de forma natural, sino que sencillamente la historia como fenómeno social se proyecta en el tiempo verdad. Es la épica discursiva la que legitima el alcance real del acontecimiento histórico, por esta razón es importante destacar que el 19 de abril de 1810 fue el punto de inicio de nuestra actual independencia. Reitero somos ahora más que nunca un país libre de las pretensiones imperiales en el mundo».
«Verdad es que todavía se niega a aceptar de ciencia y de conciencia que nosotros seguimos siendo un territorio libre de dominios imperiales, sobre todo ahora más que nunca», subrayó el profesor.
Los detalles de la memoria
El diputado de la Asamblea Nacional (AN) e historiador, Bruno Gallo, sobre el relato científico social que rodea el acontecimiento del 19 de abril de 1810, relató que «es sustancial primero recordar que en España para ese instante de la historia, el reino había sido invadido por los franceses».
«Napoleón Bonaparte había depuesto a Fernando VII, y designado en su lugar a su hermano José Bonaparte, mejor conocido en el anecdotario popular como Pepe Botella, por su supuesta afición a las bebidas. Además de la eliminación de la Junta Suprema en España», esbozó.
En este sentido manifestó que «las primeras expresiones de rechazo a la dominación colonial fueron más bien expresiones de rechazo a la dominación económica colonial, a la explotación por parte de algunos sectores privilegiados de la época, digamos dedicados a las actividades de agricultura y ganadería y sobre todo a cómo se daba la relación comercial con la metrópoli a través del monopolio de la casa guipuzcoana».
«Para ese instante de la historia patria, hubo muchas expresiones de rechazo a la dominación colonial que eran expresiones de rechazo al monopolio comercial y luego digamos la rebelión que iniciaron los blancos criollos de Caracas», apuntó.
Desde su punto de vista relató que «la lucha independentista propiamente dicha se logra cuajar a partir del 19 de abril de 1810. Este hito de la histórica patria, tiene una característica política muy curiosa. La primera es que es un movimiento de civiles contra la dominación de las colonias y la segunda es que se expresa estratégicamente como un rechazo a la invasión por parte de las tropas francesas del territorio español y de la imposición por parte de José Bonaparte como sustituto del Rey de España».
«Entonces es bueno recordar siempre que lo primero que pasa el 19 de abril, es que quienes toman control de las estructuras políticas de la colonia son la clase de los blancos criollos. Es una junta defensora de los derechos de Fernando VII, es decir que podría decirse que eran unos colaboracionistas del imperio español para ese entonces, pero marcó el inicio real de la gesta de la independencia con la renuncia del capital Emparan».
No obstante destacó que «la renuncia del capitán Emparan marca el inicio de la pérdida del control colonial por parte del imperio español. La fractura del poder español en Venezuela, se inicia con la renuncia de Emparan y la llegada de una autoridad de orden francés en la corona española».
«Luego ese movimiento insurreccional de los vecinos de Caracas contra el capitán general va a ir sumando voluntades como movimiento civil independentista. Ese fenómeno histórico va a ir sumando voluntades hasta el siguiente año que se expresa el 5 de julio de 1811, con la firma del acta de independencia y el nacimiento de la República que va a ir por supuesto constituyéndose alrededor de una primera declaración y luego daría origen a las constituciones de 1812 en adelante hasta ese momento el movimiento de independencia venezolano fue un movimiento.
