Gracias a la intermediación del Grupo de Boston fue posible la primera visita a Édgar Zambrano después de más de 30 días de estar incomunicado
El vicepresidente de la Asamblea Nacional Édgar Zambrano se encuentra en una celda de 4X2 metros con luz artificial y sin derecho a ninguna actividad y sin salir al sol, aseguró el diputado Oscar Ronderos, quien tuvo la oportunidad de visitarlo junto a su esposa Sobella Mejías el pasado miércoles 12 de junio.
El parlamentario por Acción Democrática indicó que Zambrano no ha sido torturado “si entendemos por tortura invadirlo físicamente. Sin embargo, tener a una persona durante 24 horas con el solo derecho de mirar al techo y con la luz del sol que se asoma a metros de su celda, no puede ser considerado un trato normal”.
Ronderos explicó que Zambrano se encuentra mentalmente fuerte y están solicitando que su familia pueda visitarlo de manera regular.
“A partir de esta visita parece que permitirán que la familia le envíe la comida, pero esta tiene que ser entregada en la sede del Dgcim en Boleita y luego se la llevarán a Fuerte Tiuna”, explicó Ronderos.
Esperan que por lo menos le permitan las visitas de su familia los miércoles y sábados como les fue planteado en el encuentro del miércoles pasado.
Indicó que por la gestiones que realizó el denominado Grupo de Boston, donde conviven parlamentarios de oficialismo, la oposición y representantes de Poder Legislativo estadounidense, fue posible esta primera visita a Édgar Zambrano después de más de 30 días incomunicado.
A propósito de la confirmación de la visita de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michel Bachelet, para el próximo miércoles, exigió al Gobierno la liberación de los diputados de que están presos tanto en El Helicoide como el anexo de la División de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Ronderos sugirió a Bachelet que solicite “una entrevista con Juan Requesens en el sitio de su reclusión para que pueda constar las condiciones en las que se encuentra. Lo mismo debe pasar con el caso de Édgar Zambrano”.
“Es la única forma en que pueda tener una foto correcta de cómo están siendo tratados los presos políticos del país”, sentencia Ronderos.
Destaca que todas las ventanas de negociación deben ser exploradas y no descartarse ninguna posibilidad para conseguir una solución a la crisis política que vive el país.