Es el segundo hecho registrado en la entidad con funcionarios castrenses, bajo el mismo modus operandi
El capitán Edgardo José Herrera Navarro (40), ; Yelitza Coromoto Rondón Quintero (32), sargento segundo; Ángel Gustavo Puchi Solarte (20), cabo segundo; y los soldados Sol María Iglesia Ramírez (20), Néstor Rubén Toro Soto (25) e Ignacio Quintero Osuna – adscritos al Ejército- fueron arrestados por el delito de extorsión, junto a otros cuatro civiles.
La detención estuvo a cargo de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Caja Seca, municipio Sucre del estado Zulia.
De cuerdo con fuentes policiales, los militares adscritos a la vigésima segunda Brigada de Infantería Justo Briceño, del estado Mérida, acudían al pueblo costero zuliano para solicitar dinero a los trabajadores de la pesca artesanal en el sector Boscán, en la parroquia Gibraltar del municipio Sucre del estado Zulia. “Los militares, en compañía de los civiles, detenían a un grupo de pescadores si no les cancelaban altas sumas en divisas.
Los civiles fueron identificados como : Walter José Ramírez Rondón (25 años), Alexánder Elvidio Quintero Flores (19), Erick Josué Chirinos Angulo (22 años) y William José Ramírez Rondón (31). Las autoridades creen que entre los detenidos existen nexos familiares.
Entre las evidencias incautadas por el Cicpc , destacan: cuatro fusiles de asalto AK103, 117 municiones calibre 7.62 x 39 milímetros, dos radio transmisores marca Baofeng, dos chalecos antibalas y dos vehículos: un CheryOrinoco blanco, placa 7A3A9EH y un Chevrolet Traiblazer verde, placa AA2116YB.
Es la segunda ocasión en que militares extorsionan a pescadores de Boscán. En abril de 2019 un capitán y dos sargentos de la Guardia Nacional, destacados en el comando de El Batey, fueron denunciados por pedir dinero en moneda extranjera a los lugareños.
Los implicados fueron identificados como Janiel Lucena Alvarado, capitán de la Guardia Nacional; sargento primero Enyerbert Jaime Mier (28) y sargento segundo Jesús Eduardo Navas Arrollo (31).
Los militares usaron armas de reglamento y credenciales oficiales para atemorizar a sus víctimas, y fueron denunciados por los residentes de la localidad.