La esposa del presidente de la Asamblea Nacional, Fabiana Rosales aseguró que la presencia de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos es un paso más para que cese la usurpación
“Señora Bachelet, Maduro es Pinochet”, coreaban los defensores de los Derechos Humanos y diversos sectores de la sociedad civil, en la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) en Caracas, durante una convocatoria llamada La Gran Concentración en Reclamo de los Derechos Humanos.
“Nosotros vinimos hoy a decirle Bachelet que en los hospitales se mueren los niños”, expresó Julieta Ramirez.
Bajo el sol del mediodía de Caracas, un grupo de enfermeras aparecieron con botas quirúrgicas, tapa bocas y carteles que pedían medicinas y antibióticos.
De pronto se escuchó entre los gritos de las personas que abrieran un canal para dejar pasar a Fabiana Rosales, esposa de Juan Guaidó. “Ahí viene la primera dama”, decían las personas que pedían un espacio para Rosales pudiera llegar a las escaleras del torre HP, en la avenida Francisco de Miranda.
“La presencia de la Alta Comisionada es un paso más para que cese la usurpación”, aseguró durante su declaración que tuvo una falla en el sonido. “No se oye nada”, se escuchó entre los presentes.
En su alocución destacó que los comisionados de la ONU podían oler la pintura fresca en los hospitales, durante su recorrido en los centros de salud del país.
Rosales afirmó que «la instalación de la comisión en Venezuela, es un triunfo para los venezolanos, porque no podemos permitir que se sigan violando los derechos humanos».
Dijo que «hoy en Venezuela hay presos políticos, los niños del (hospital) J.M. de los Ríos se están muriendo, los niños dejan de ir a los colegios por ir a caletear (trasegar) agua».