Solicitaron que el ministro José Ramón Rivero dialogara con ellos en la planta baja de la sede ministerial, y como no ocurrió, decidieron tomar la avenida Este 8
Antes de las 10 de la mañana más de 100 trabajadores de distintos organismos del sector público, y algunos del sector privado, se reunieron en el busto del Libertador Simón Bolívar en Plaza Caracas. Llevaban zapatos rotos, campanas para hacer ruido e, incluso, dos huesos para certificar que están «en el hueso».
De allí marcharon hasta la sede del Ministerio del Trabajo, situada a pocos metros.
Los manifestantes exigieron ser escuchados directamente por el titular del Trabajo, José Ramón Rivero. Incluso, se planteó que una comisión de trabajadores subiera a las oficinas del ministro. «Y cuál revolución si este gobierno es hambre, miseria y represión», corearon los trabajadores, mientras funcionarios de los equipos de mediación de la Policía Nacional intentaban organizar la comisión.
Pero minutos después los organizadores de la protesta informaron que no ingresarían al edificio, sino que Rivero debía bajar para escucharlos a todos.
«Que baje, que baje», gritaron los trabajadores.
No dejaron de mostrar los huesos pelados, de gritar consignas y denunciar que su sueldo no les alcanza ni para pagar el pasaje.
Como eso no ocurrió, se molestaron y decidieron trancar la avenida Este 8 (la del Teatro Municipal) para insistir en sus reclamos.
El ministro no responde a las solicitudes que hemos introducido, subrayaron; entre otras, la liberación de los trabajadores presos.