Lo ocurrido en las primeras 41 semanas epidemiológicas de 2021 y 2022 «marca un cambio sustancial, tanto por el numero de casos como por la continuidad de su aparición. De no corregirse, sus determinantes, estaríamos en el comienzo de un periodo de endemicidad intermedia», alerta el exministro de Salud
El reporte de casos sospechosos de fiebre tifoidea en una clínica de Caracas encendió las alarmas sobre la situación de esta enfermedad en el país.
Esta no es una enfermedad nueva en Venezuela, pero la precarización de las condiciones de vida sí está incidiendo en su comportamiento.
Entre 2021 y 2022 se identificaron 1958 casos, indicó el experto José Félix Oletta, exministro de Salud. «Esta cifra equivale casi a la mitad ( 0,48) del total de casos ocurridos entre 1.965 y 2016: 4.275 casos (lapso de 51 anos), y es similar a los ocurridos entre 1965 y 1970: 1.976 casos».
Entre 1965 y 1995 hubo un patrón endémico continuo, pero descendente, afirmó Oletta. De 1996 a 2016 se registró «un patrón no endémico, de brotes intermitentes», y entre 2016 y 2020 «se desconoce la incidencia de casos».
Lo ocurrido en las primeras 41 semanas epidemiológicas de 2021 y 2022 «marca un cambio sustancial, tanto por el numero de casos como por la continuidad de su aparición. De no corregirse, sus determinantes, estaríamos en el comienzo de un periodo de endemicidad intermedia».
Según Oletta «el numero de casos en las primeras 41 semanas de 2021 es equivalente al numero promedio de casos del quinquenio entre 1950 y 1954».
Sin duda es «una enfermedad reemergente de impacto importante sobre el sistema de salud y una carga adicional a la salud de la población empobrecida, que requiere intervenciones integrales e inmediatas de salud pública».