Organizaciones nacionales e internacionales han expresado públicamente su rechazo a la detención del periodista Carlos Julio Rojas, apresado el pasado lunes en la noche y señalado por el Ministerio Público como presunto implicado en un supuesto intento de magnicidio.
El Colegio Nacional de Periodistas (CNP) subrayó que Rojas «no es terrorista» sino activista social y defensor de derechos humanos». Incluso, afirmó que este es un caso amañado para minimizar la crítica.
El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) condenó «este nuevo ataque contra el periodista» y alertó «sobre el incremento de las acciones persecutorias contra la prensa y las voces críticas». IPYS exigió la liberación de Rojas «y el cese de los ataques a la libertad de expresión».
El partido Avanzada Progresista «rechaza y condena una vez más la criminalización de la política».
El dirigente gremial Mario Villegas demandó su libertad: «Tratar de exterminar a la disidencia bajo cualquier pretexto tiene tufo fascista».