La Conferencia Episcopal Venezolana, lamentó la actitud de funcionarios militares que este domingo trataron de impedir el ingreso de parte de la ayuda humanitaria en Mérida
Este martes, Marco Aurelio Quiñones manifestó su rechazo de que las autoridades de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) obstaculizaran el ingreso de un cargamento de ayuda humanitaria en Mérida, luego de las lluvias e inundaciones que afectan a la región andina.
“En horas tan difíciles, es cruel obstaculizar el arribo de ayuda para nuestros hermanos en dificultades por miserables razones políticas”, afirmó el dirigente Quiñones (Diputado del 2015) en un mensaje difundido a través de sus redes sociales.
Por su parte, a inicios de la semana la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, lamentó la actitud de funcionarios militares que este domingo trataron de impedir el ingreso de parte de la ayuda humanitaria en Mérida.
«Lamentamos y reprobamos la actitud de algunas autoridades civiles y de la Guardia Nacional que lejos de cooperar desinteresadamente no solo han impedido el ingreso de gran parte de la ayuda enviada, si no que han tenido una actitud de ofensa hacia los miembros de la iglesia. Afirman haber recibido ordenes de su superioridad, que en todo caso deberían dar la cara», expresa la CEV en un comunicado.
Sin embargo, el documento de la CEV agradece las donaciones enviadas por parte de Organizaciones No gubernamentales y sociedad civil a los damnificados.
«El dolor causado por la tragedia de causa natural lo compartimos y hacemos nuestro en toda Venezuela», afirma.
Esto ocurre, luego de que al menos tres funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), abordaran un camión que transportaba insumos para las personas afectadas por las lluvias e inundaciones en el estado Mérida, lo que ocasionó un rechazo del el obispo auxiliar de Mérida, monseñor Luis Enrique Roja que estaba presenten cuando los organismos retuvieron al camión.
“Quieren quitarle la ayuda a la gente, ¡no puede ser!”, dijo el obispo auxiliar de Mérida, monseñor Luis Enrique Rojas, en plena vía pública frente a transeúntes y funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).