Se concentraron en Puerta Tamanaco, marcharon por el puente de Plaza Venezuela y se toparon con varias barreras de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana
La protesta estaba convocada para las 9 de la mañana, pero también para las 10 y para las 11. Poco antes de las 11 ya los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que portaban equipos antimotines hicieron una fila para frenar el acceso a la autopista Francisco Fajardo/Cacique Guaicaipuro.
Cuando la marcha de trabajadoras y trabajadores universitarios intentó avanzar hacia Plaza Venezuela, otra fila de uniformados de la PNB les cerró el paso. Los funcionarios de mediación del mismo cuerpo policial buscaron un megáfono y se los entregaron a los dirigentes sindicales y gremiales para que hicieran una asamblea en pleno puente de Plaza Venezuela.
Previamente, el presidente de Sutraucv, Carlos Suárez, instó al gobierno nacional a rectificar las tablas salariales, o lo que es lo mismo, «dejar de aplicar el instructivo de la Onapre».
Los manifestantes siguieron por el puente de Plaza Venezuela hasta que los equipos antimotines lo permitieron.
«Y no nos quitarán el derecho a protestar», gritaron los manifestantes. Pocos segundos después, recibieron el megáfono blanco y rojo.
José Pérez, conocido como «Pequeño Juan», afirmó que el único responsable de lo que ocurre es el mandatario Nicolás Maduro, y por lo tanto solo él puede resolverlo.
La pelota está en la cancha de Maduro, aseveró.
Gabriel Mendoza, secretario del sindicato de obreros de la USB, insistió en que los bonos son un engaño porque no son salario. Exigió al gobierno que reconozca contrataciones colectivas, HCM, seguro funerario y otros beneficios.
El profesor José Gregorio Afonso, presidente de la Apucv, exigió a la ministra de Educación Universitaria, Sandra Oblitas, que haga su trabajo o renuncie. Afonso, que no quiso hablar con el megáfono prestado por la PNB, enfatizó que el gobierno debe resolver los problemas del país en lugar de reprimir a quienes protestan.
Carlos Salazar, coordinador de la Coalición Sindical Nacional, responsabilizó a Maduro de los bajos salarios y aseguró que el jefe del Estado se niega a mejorar el salario mínimo e indexar los bonos.
Protestaron, gritaron consignas, sacaron un ataúd como símbolo de la muerte del salario en Venezuela. Al terminar la asamblea, devolvieron el megáfono.
Y se marcharon bailando el muerto que llevaban en brazos: el salario mínimo.