Con un mensaje de fortaleza y gratitud, Francy Fernández, esposa del periodista y defensor de DDHH Carlos Julio Rojas, compartió detalles sobre la situación de su esposo, detenido arbitrariamente desde hace seis meses por ejercer el periodismo en Venezuela.
De la angustia a un frágil alivio
Fernández relató los momentos más críticos de la detención: «El mes de junio fue durísimo. Pasé de no saber dónde estaba a descubrir que estuvo cuatro noches en un calabozo sin colchón, lo que le provocó un lumbago severo». Afortunadamente, un cambio de administración penitenciaria permitió que recibiera atención médica.
Ahora, tras meses de incertidumbre, la familia recuperó el contacto: «Ya tenemos visitas, llamadas y lo vi bien en El Helicoide. Carlos Julio está fuerte», afirmó, mientras leía un emotivo mensaje del periodista para sus colegas.
«Los periodistas son mis héroes»: el mensaje de Rojas desde prisión
Según su esposa, Rojas envió un contundente mensaje a la prensa: «Nunca me enseñaron a callarme en la universidad. Denunciar lo injusto no es un crimen y No me arrepiento. Mi vocación me llevará a la libertad».
El comunicador, conocido por sus luchas sobre violaciones de derechos humanos y la defensa de los vecinos de La Candelaria, considera a sus colegas «la fuerza que lo mantiene en pie» y les pidió: «No abandonen a los periodistas detenidos. Su lucha es nuestra voz».
Periodismo como acto de resistencia
Francy destacó la coherencia de su esposo: «Carlos siempre dijo que su vocación era ayudar. Hoy está preso por eso, pero sigue convencido de que la verdad lo liberará». Con lágrimas, agradeció al Sindicato de la Prensa y a los reporteros: «Dejaron de ser colegas para ser héroes. No subestimen su poder».
El caso de Rojas se enmarca en la crisis de libertad de expresión en Venezuela en la que SNTP reporta 20 comunicadores encarcelados.