«Nuestras investigaciones y análisis muestran que el Estado venezolano utiliza los servicios de inteligencia y sus agentes para reprimir la disidencia en el país», declaró Marta Valiñas, presidenta de la Misión de investigación de la ONU
Marta Valiñas, presidenta de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), encabezó las declaraciones sobre el nuevo informe que presentó este organismo referente al caso de Venezuela y señaló que los órganos de seguridad del Estado cometieron crímenes de lesa humanidad de manera articulada con las instancias de poder.
Esta actualización del informe que se hizo pública este martes 20 de septiembre, se enfocó en dos puntos: El rol organizacional e individual en cadenas de mando dentro de las fuerzas de seguridad, y las violaciones de DDHH cometidas en el estado Bolívar por agentes y no agentes estatales.
Según detalló Valiñas, en sus investigaciones lograron conocer que los actos de violencia documentados no fueron realizados por individuos al azar, los cuales habrían actuado por su cuenta dentro de la DGCIM y el SEBIN, sino que por el contrario, mencionó que estas dependencias del Estado «fueron parte de una maquinaria diseñada y plagada para ejecutar el plan de gobierno para reprimir la disidencia y cimentar su propio control de poder».
«Este plan fue orquestado al más alto nivel político, encabezado por Nicolás Maduro y apoyado por otras altas autoridades», aseguró la presidenta de la Misión de Investigación de la ONU.
«El Estado venezolano utiliza los servicios de inteligencia y sus agentes para reprimir la disidencia en el país. Esto conduce a la comisión de graves delitos y violaciones de los derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia sexual. Estas prácticas deben cesar inmediatamente y los responsables deben ser investigados y procesados de acuerdo con la ley», ha declarado Marta Valiñas, presidenta de la Misión de investigación de la ONU.