Hay una intención de militarizar a los guardaparques e incluso se pretende someterlos a prácticas no establecidas y obligarlos a hacer trabajos que no les corresponden, denunció este lunes Marlene Sifontes, secretaria de organización de Sunep-Inparques. «Los obligan a pararse firmes», lamentó.
Eso ha dado pie para humillar, vejar y violar derechos, enumeró. En Guatopo, Mérida y Apure les suspendieron el salario a más de 100 guardaparques, y ahora les plantean que, para poder cobrar, deben renunciar al cargo, indicó Sifontes. También les están diciendo que tienen que comprar sus uniformes.
La dirigente gremial solicitó una depuración. «El guardaparques es un funcionario civil», reiteró en entrevista con Unión Radio.
Sifontes aseveró que muchos trabajadores se han ido por los bajos salarios y por los maltratos. «A algunos incluso les han dicho que tienen que mantener autogestión, y que tienen que comprar sus uniformes».
En marzo pasado el déficit era de 50%, según sus estimaciones.