Las guacamayas en Caracas han perdido peso porque en los balcones ya no les dan tanta comida como antes, señaló este miércoles la veterinaria Grecia Marquís, directora de la Fundación Plumas y Colas en Libertad.
Desde 2007 he estado estudiándolas y observándolas y he visto que los pichones, que antes eran gorditos, ahora han perdido peso. Desde 2020 están descarnadas, delgadas, son puro hueso y plumas, describió.
Caracas no es una ciudad preparada para sostenerlas, porque son una especie introducida, y en muchos balcones ya no les ofrecen alimentos, y eso se nota, explicó Marquís.
La médica veterinaria le salió al paso a la afirmación según la cual no se les debe dar pan. El pan tiene gluten y las aves tienen un sistema digestivo diseñado para digerir granos, leguminosas y frutas. Las harinas no son saludables para ellas, pero no las van a matar.
La doctora propone ofrecerles frutas en los balcones de Caracas.
La experta también advirtió que en la capital se están haciendo talas a la ligera. «Los árboles son el principio y fin de la vida», destacó en entrevista con Unión Radio, y son el hogar de aves y pequeños mamíferos. «Talar un árbol es una irresponsabilidad y es un crimen».
La Fundación desarrolla varios programas. Uno de ellos es con las guacamayas, para disfrutar de los animales silvestres en Caracas. También, el programa de perezas, que ha evidenciado que las afectan las urbanizaciones, los cercos eléctricos, rejas. Las recibimos electrocutadas, huérfanas y atropelladas, enumeró.
En Caracas hay zorros, rapaces, puercoespines. «Hay una campaña que hemos hecho, ten cuidado, cuídalos en las calles». Los perros en las casas, en manos de personas que no son biosensibles, pueden ser una amenaza para la fauna silvestre.