La ausencia de información oficial sigue siendo la constante luego de un año. «Se lo comió el tiempo y el olvido»
Ha pasado un año desde que, el 8 de agosto de 2020, el dirigente de izquierda Carlos Lanz desapareció al salir de su casa en Maracay, estado Aragua.
Hasta la fecha no hay información de su paradero, ni una fe de vida. Familiares y amigos siguen demandando al gobierno de Nicolás Maduro mayores esfuerzos para dar con el dirigente.
Una semana después de la desaparición, el fiscal general nombrado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, anunció la designación de una comisión mixta, integrada por efectivos del Cicpc, Conas y Sebin, para investigar el caso; sin embargo, un año después la información es la misma que al principio.
“Se ha hablado de un posible secuestro; sin embargo, las experticias realizadas demuestran que el profesor Carlos Lanz salió de su vivienda de forma voluntaria”, dijo Saab el 28 de agosto de 2020.
Mientras tanto, Mayi Cumare, esposa del dirigente, ha denunciado que Lanz fue víctima de una «desaparición forzada». Su hijo, Alex Lanz, descartó que su padre sufriera de alguna enfermedad degenerativa como el alzhéimer que provocara su desaparición.
«Nuestras diligencias por falta de apoyo del gobierno y del Estado no han dado los resultados esperados y Carlos Lanz sigue desaparecido sin que se aclare su suerte», denuncia el Comité de búsqueda y liberación.
Teresa Gómez, compañera del dirigente en el proyecto «Nuestra América», advierte que la lucha por encontrar a Carlos Lanz ha estado más activa en la región andina del país, al tiempo que «el silencio oficial va matando las iniciativas» (por buscarlo).
«No hay absolutamente nada, no hay ningún tipo de versión oficial a pesar de los esfuerzos y de la movilización inicial que hubo», dijo.
Gómez dice que el tiempo y el olvido se convierten en los peores enemigos de los casos de desaparecidos, porque no se logra mantener una campaña de movilización permanente.
Insiste en denunciar que, a un año del suceso lo que más resalta es «el silencio, la falta de información… Se lo comió el tiempo y el olvido».
Un año después, Carlos Lanz, sigue desaparecido y al parecer su caso fue olvidado por las autoridades quienes no han ofrecido avances de la investigación.