«Pedimos una intervención de los centros de tortura» y el cierre de la Dgcim, subrayó este martes Keila Molina, esposa del teniente coronel Ruperto Molina, encarcelado desde 2018
Esposas de presos políticos militares acudieron este martes 2 de julio a la Asamblea Nacional (AN) para denunciar las torturas y los tratos crueles, inhumanos y degradantes a los que han sido sometidos sus esposos -según sus acusaciones- en la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
«Pedimos una intervención de los centros de tortura» y el cierre de la Dgcim, subrayó Keila Molina, esposa del teniente coronel Ruperto Molina, encarcelado desde 2018.

Aseguró que los uniformados han sido sometidos a: «Asfixia mecánica con bolsas, ahorcamiento, golpes con objetos contundentes, descargas eléctricas, ahogamientos, cortes en los pies».
Zaira Angarita, madre del teniente de fragafa Gustavo Carrero Angarita (recluido en Ramo Verde), afirmó que su hijo está en una celda con la luz encendida permanentemente y no se puede saber si es de día o de noche.