El Kremlin restó el domingo importancia a las multitudiarias protestas en apoyo de Navalni, que recibió hace una semana 30 días de arresto administrativo a su regreso de Alemania tras ser envenenado en agosto de 2020
Rusia protestó este lunes ante el embajador de EEUU, John Sullivan, por su supuesto apoyo a las multitudinarias protestas del sábado en favor del detenido líder opositor, Alexéi Navalni.
«Se expresó a EEUU una firme protesta por la propagación en las redes sociales y en sus cuentas de internet por parte de la Embajada estadounidense de publicaciones en apoyo de las manifestaciones ilegales en una serie de ciudades rusas», dijo María Zajárova, portavoz de Exteriores, a la televisión pública.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, expresó en la conversación que mantuvo con Sullivan el malestar de Rusia con una alerta colgada por la embajada el día 22 para los ciudadanos estadounidenses en su página web, que incluía el itinerario de las protestas en las principales ciudades del país, desde la parte europea de Rusia hasta Siberia.
Riabkov informó al embajador estadounidense que «Rusia ve dichos materiales y también las declaraciones del Departamento de Estado como una injerencia directa en sus asuntos internos», explicó Zajárova.
Moscú llamó a Sullivan a respetar «estrictamente» la legislación rusa y las normas diplomáticas universalmente aceptadas.
Zajárova también advirtió que Rusia estudiará el comportamiento de las grandes plataformas estadounidenses de internet a la hora de propagar noticias falsas sobre las protestas no autorizadas.
Además del itinerario, el mismo día 23 en el que tuvieron lugar las protestas la portavoz de la embajada de EEUU en Rusia, Rebecca Ross, expresó en Twitter su apoyo al «derecho de toda la gente a la protesta pacífica y la libertad de expresión» y denunció los «pasos» de las autoridades rusas para «suprimir esos derechos».
En un segundo mensaje la diplomática criticó la «campaña concertada» de las autoridades rusas para «suprimir la libertad de expresión y la reunión pacífica» en lo que supone una «continuación de años de endurecimientos de restricciones, acciones represivas contra la sociedad civil, los medios independientes y la oposición».
El Kremlin restó el domingo importancia a las multitudiarias protestas en apoyo de Navalni -que recibió hace una semana 30 días de arresto administrativo a su regreso de Alemania tras ser envenenado en agosto de 2020 con el agente químico Novichok- con el argumento de que participó «poca gente».