El sicario reconoció que asesinó directamente a por lo menos 300 personas y que como jefe de sicarios del cartel de Medellín participó en unos 3.000 homicidios en las décadas de 1980 y 1990
Fue el cáncer el que finalmente se llevó a Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias «Popeye», el ex jefe de sicarios del jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar.
«Popeye» murió este jueves en un hospital de Bogotá, debido a un cáncer de estómago en fase terminal con metástasis en pulmones, hígado y otros órganos, según informó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec). Estaba «hospitalizado desde el pasado 31 de diciembre de 2019» y murió en el Instituto Nacional Cancerológico.
Velásquez fue capturado el 25 de mayo de 2018, acusado de concierto para delinquir y extorsión, recordó EFE.
«Popeye» no solo nunca se arrepintió de sus numerosos crímenes, y siempre se jactó de ser el jefe de sicarios de Escobar. En sus antebrazos llevaba tatuada la frase «El general de la mafia», que le gustaba exhibir.
En varias entrevistas a medios locales aseguró que cuando mataba a una persona «no empezaba a sudar ni a fumar marihuana; lo mataba, me iba para la casa, me bañaba, me ponía a ver televisión y vivía normal, porque soy un asesino profesional».
Antes de volver a prisión, «Popeye» estuvo más de 23 años en la cárcel, y en varias entrevistas manifestó que se había reintegrado en la sociedad.
En los últimos años se había convertido en un fenómeno en Youtube, donde se hizo llamar «Popeye arrepentido», y ante varios medios de todo el mundo que lo entrevistaron mostraba una supuesta nueva actitud y contaba su historia al lado de Escobar.
El sicario reconoció que asesinó directamente a por lo menos 300 personas y que como jefe de sicarios del cartel de Medellín participó en unos 3.000 homicidios en las décadas de 1980 y 1990.
«Popeye» nació en la población de Yarumal, Antioquia, fue uno de los más temibles asesinos del cartel de Medellín y sus acciones delictivas estuvieron ligadas a sucesos que en Colombia causaron gran consternación como el asesinato del ex candidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento, el atentado al avión de Avianca que dejó 107 muertos y la bomba al edificio de la policía secreta de Colombia.