«Se están realizando consultas con los otros dieciséis países que integran el Mecanismo de Montevideo, con el fin de encontrar una ruta común», expuso un comunicado de la cancillería mexicana emitido este martes, luego de las declaraciones del presidente López Obrador
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llamó este martes a una «solución pacífica» de la crisis que se vive en Venezuela luego de que el líder opositor Juan Guaidó pidiera a los venezolanos rebelarse contra el presidente Nicolás Maduro.
«Es muy clara nuestra postura, deseamos que haya diálogo, que se respeten los derechos humanos, que no se apueste a la violencia en todos los países del mundo porque el respeto al derecho ajeno es la paz», sostuvo el mandatario durante su conferencia matutina.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México emitió posteriormente un comunicado en el que aseguró que se está siguiendo atentamente la situación del país suramericano.
Asimismo, expresó su «preocupación por la posible escalada de violencia y derramamiento de sangre que pudiera ocurrir derivada de estos hechos».
«Se están realizando consultas con los otros dieciséis países que integran el Mecanismo de Montevideo con el fin de encontrar una ruta común», expuso el comunicado.
Esta postura da continuidad al discurso de López Obrador en política exterior desde que arribó al poder el 1 de diciembre de 2018, la cual pasa por la no intervención en los conflictos internos de otros países.
Tras la proclamación de Guaidó como presidente encargado de Venezuela el pasado enero, el Gobierno mexicano se desmarcó de la mayoría de países americanos y apostó por una posición neutral ante la crisis venezolana, pidiendo una solución política al conflicto.
A la práctica esto implicó mantener el reconocimiento de la Presidencia de Nicolás Maduro al frente de Venezuela.
Guaidó, reconocido como presidente por medio centenar de países, declaró este martes que las fuerzas militares «dieron el paso» al apoyarlo a él y su plan para expulsar del poder a Maduro, a quien considera un mandatario ilegítimo y usurpador.
Consideró que «la familia militar de una vez dio el paso» para unirse a él y conseguir «el cese definitivo de la usurpación» que considera que Nicolás Maduro hace del Gobierno.
Las fuerzas de seguridad de Venezuela que son leales al Gobierno de Maduro han lanzado este martes bombas lacrimógenas contra el también presidente del Parlamento, Guaidó, que está acompañado por militares en levantamiento contra el régimen.
El opositor al gobierno chavista cuenta con el apoyo de Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular y quien fue liberado este martes pese a que sobre él pesa una sentencia de casi 14 años de prisión.
El ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, informó de que el Gobierno de Maduro está «enfrentando y desactivando» un plan golpista, mientras que el titular de Defensa, Vladimir Padrino, dijo que los cuarteles del país están funcionando con «normalidad» y rechazó el pronunciamiento «golpista» de Guaidó.
Otros mandatarios también se han manifestado, entre ellos el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien se posicionó del lado de Nicolás Maduro y condenó el llamado a un alzamiento militar.
Asimismo, consideró que tras este llamamiento al alzamiento del pueblo contra su presidente se encuentra detrás el Gobierno de Estados Unidos.