Un vecino ayudó a dar con el paradero de la actriz venezolana, desaparecida semanas atrás
La policía civil del estado brasileño de Amazonas confirmó que la artista venezolana Julieta Hernández Martínez, de 38 años de edad, hallada muerta a la vera de un río el pasado viernes, fue abusada sexualmente y después ahorcada y enterrada.
El cuerpo de la artista venezolana fue encontrado a las afueras de la localidad de Presidente Figueiredo, después dos semanas de búsqueda.
Los responsables del feminicidio fueron identificados por las autoridades como Deliomara dos Anjos Santos, de 29 años de edad, y Thiago Agles da Silva, de 32, reseña la agencia EFE.
Valdinei Silva, jefe de la trigésima séptima Comisaría Interactiva de la Policía (DIP, por sus siglas en portugués), explicó en rueda de prensa que todo inició cuando Da Silva intentó robarle el celular a la joven venezolana.
“La víctima dormía en una hamaca en el balcón del lugar, cuando Thiago tomó un cuchillo y se acercó a ella para robarle el celular. Se pelearon físicamente, él la estranguló, la tiró al suelo y le pidió a Deliomara que le atara los pies. Luego la arrastró hasta la casa, le pidió a su esposa que apagara las luces y comenzó a abusar sexualmente de la víctima“, detalló el comisario.
Precisó que luego de que la esposa presenciara lo sucedido, les arrojó alcohol a ambos y les prendió fuego. Da Silva logró apagar el fuego con un paño húmedo y fue un hospital para recibir atención médica y mientras tanto su mujer colgó a Hernández Martínez con una cuerda y posterirormente la enterró en el patio trasero.
Las autoridades explicaron que la joven venezolana, quien formaba parte del colectivo feminista Circo di SóLadies, una compañía de teatro en la que se presentaba como Payasa Jujuba, fue encontrada gracias a la denuncia de un vecino de lugar que observó partes de una bicicleta y llamó a la policía
Cuando los agentes asistieron al lugar, Da Silva intentó escapar pero fue capturado junto con su esposa y llevados a la comisaría donde sus declaraciones se contradijeron, por ello solicitaron el apoyo de perros rastreadores para buscar el cuerpo que finalmente hallaron en el de la residencia donde vivían.
Los acusados tendrán que responder por los crímenes de ocultamiento de cadáver, latrocinio y violación.