El referéndum, que fue aplazado por la pandemia y que tendrá lugar en medio de restricciones sanitarias y con una economía mellada, busca descomprimir la grave crisis social que estalló en octubre de 2019 y dejó una treintena de muertos y miles de heridos
La votación más importante desde el fin de la dictadura» o «la papeleta que marcará el futuro de Chile». Son algunas de las frases grandilocuentes que se han repetido como un mantra sobre el plebiscito constitucional de este domingo.
Más de 14,7 millones de chilenos están llamados a decidir si quieren reemplazar la actual Constitución -heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990)- y el órgano que debería redactar el nuevo texto.
El referéndum, que fue aplazado por la pandemia y que tendrá lugar en medio de restricciones sanitarias y con una economía mellada, busca descomprimir la grave crisis social que estalló en octubre de 2019 y dejó una treintena de muertos y miles de heridos.
Pero, ¿por qué se dice que es inédito e histórico?
En 200 años de independencia, Chile ha tenido solo tres constituciones (1833, 1925 y 1980), con lo que esta sería la cuarta, pero la primera redactada por una convención ciudadana elegida en votación popular.
El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Diego Portales (Chile) y catedrático en la Universidad de Utrecht (Holanda), Javier Couso, explicó a Efe que la primera Ley Fundamental nació tras un guerra civil, mientras que las dos últimas fueron redactadas «puertas adentro» tras dos golpes de Estado.
Este proceso, sin embargo, emanó de las calles: la derogación de la Carta Magna fue una de las reivindicaciones en las multitudinarias manifestaciones del año pasado.