El politólogo venezolano Carlos Raúl Hernández nos acompaña en un análisis internacional que abre un panorama complejo para los países latinoamericanos en 2024 y en los años venideros. Países como Brasil, Uruguay, Argentina, México y Ecuador apuestan por acuerdos que benefician el continente en aras de garantizar el crecimiento económico y el desarrollo de la región
América Latina se nos presenta como un bloque geopolíticamente híbrido que busca el desarrollo de economías sólidas tras un amplio abanico de gobiernos con propuestas de izquierdas progresistas hasta modelos de derechas liberales anarcocapitalistas. De esta manera se dibuja una multiplicidad de escenarios que avizora un panorama complejo para 2024, puesto que los altos índices de delitos por manipulación de poderes y de corrupción, redes y mafias de narcotráfico, militarismos insurgentes, proliferación del crimen organizado, insurrecciones sociales, violación de derechos humanos y crisis inflacionarias, vienen delineando problemáticas que afectan consecutivamente a toda la región desde hace décadas.
Para 2024 el panorama internacional latinoamericano está cargado sin duda de gran incertidumbre. El nacimiento de nuevos gobiernos con visiones cada vez más amplias y menos radicales plantean escenarios como el de Ecuador, enmarcado en el crimen organizado, la inseguridad y la violencia que representan un verdadero desafío para un Gobierno de transición como el del actual presidente Daniel Noboa. La crisis económica de Argentina y las riesgosas propuestas de Javier Milei pudieran transformar la estructura geopolítica de los países del Sur. La consolidación económica de Brasil y de Luiz Inácio Lula da Silva como líder de América Latina en el grupo de los BRICS, también implica una alianza estratégica positiva para el resto del continente.
Con el fin de vislumbrar el panorama latinoamericano de los años venideros, el politólogo, magister en Ciencias Políticas y profesor titular de la UCV, Carlos Raúl Hernández, amplia con detalles para Contrapunto.com.
¿Cuál es su visión sobre el panorama internacional latinoamericano en 2024?
-Felipe González dijo una vez que en materia de política económica no habían políticas de izquierda y otras de derecha, sino unas políticas que daban resultados y otras que no. Eso es lo que estamos viendo en la situación latinoamericana de hoy, durante los años 80 en el continente se produjo la crisis de la deuda externa que encabezó América Latina cuando se vivió la etapa de los ajustes y las reformas económicas hacia la apertura de mercados. Esto también se vio en el mundo entero. En China, en Europa, en Estados Unidos, América Latina, Asia, África, Rusia, una gran mayoría de países se lanzaron en pro de las reformas económicas del mercado.
Hoy día estamos viendo que surgen los BRICS, un grupo de países que en los 80 eran subdesarrollados y que hoy son potencias económicas. Rusia, China, Suráfrica, Brasil, por ejemplo. Simplemente llevaron a cabo importantes reformas económicas, tuvieron un crecimiento extraordinario, y hoy en día son potencias regionales. Los BRICS incluso buscan convertirse en un bloque conformado como una hegemonía mundial. Pero esto sólo ocurrió y seguirá ocurriendo en los países que mantuvieron las reformas económicas donde se impuso la visión modernizadora, en países como Venezuela, no.
Venezuela y sus posibles escenarios para 2024
El politólogo Carlos Raúl Hernández asegura que Venezuela vive la crisis económica que vive tras las consecuencias de las acciones del pasado. «Aquí se impuso la visión anacrónica de Rafael Caldera en aquel momento, (1988-1993). Se dedicaron a sabotear las reformas económicas de Carlos Andrés Pérez (1994-1999) que hubieran transformado a Venezuela en un país desarrollado. Venezuela encabezó una dinámica reaccionaria en relación con los cambios que estaba viviendo el mundo, y esa dinámica llevó al saboteo de las reformas de mercados. Esto trajo graves consecuencias para los países que siguieron esas políticas. Venezuela debería estar dentro del grupo de los BRICS con todo derecho, si se hubieran tomado otra serie de políticas más ajustadas a un Gobierno democrático.»
Hernández destacó las acciones del presidente Nicolás Maduro quien según su opinión, ha hecho énfasis en la necesidad de un viraje hacia el modelo chino y ha puesto a funcionar al gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava, como agente de las relaciones con China. «Es un excelente anuncio de que si ese proyecto sigue, bien sea que lo continúe Maduro o lo asuma una oposición, tenemos la posibilidad de que la crisis que ha destruido nuestra economía se supere, luego de las consecuencias del fracaso rotundo de las políticas de Hugo Chávez.»
Para 2024, Venezuela maneja el escenario de elecciones presidenciales que Nicolás Maduro ha asegurado como escenario posible para el año que viene. «Con sanciones o sin sanciones, gringos, vamos a elecciones.»
Venezuela tiene previsto celebrar elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024 como acordaron los sectores políticos de oposición y del oficialismo en Barbados. «Es un acuerdo parcial sobre la promoción de derechos políticos y garantías electorales para todos», señaló Gerardo Blyde, representante de la Plataforma Unitaria en Venezuela, quien contempla, entre otros puntos, la observación internacional que aún se encuentra en entredicho.
Los sectores de oposición en el país también esperan por la decisión del Gobierno de Nicolás Maduro para habilitar a varios candidatos a las elecciones presidenciales como es el caso de María Corina Machado, candidata de la primaria por el partido Vente Venezuela.
Varios procesos electorales están planteados también para 2025 puesto que se realizarán los comicios de la Asamblea Nacional (AN) y la escogencia de las 23 gobernaciones y las 335 alcaldías.
Otros analistas ven para Venezuela en 2024 la agudización del conflicto sobre el Esequibo en el que pudieran ser suspendidas las elecciones presidenciales. Organismos internacionales latinoamericanos como la Celac y Caricom, se mantienen como observadores y mediadores para hacer respetar los acuerdos de paz firmados en Kingstown, Las Granadinas; entre el primer mandatario de Guyana Irfaan Ali y su homólogo de Venezuela Nicolás Maduro. «Venezuela y Guyana aún tienen que debatir sus problemas limítrofes y de soberanía de Estado conformando acuerdos concretos y factibles», destacó Hernández.
Ecuador y la derrota del correísmo
Según Carlos Raúl Hernández, todos los cambios políticos que se han llevado a cabo en Ecuador han representado «la derrota del correísmo» en ese país. Daniel Noboa, quien ganó el pasado 15 de octubre de 2023 la segunda vuelta de las elecciones presidenciales sacando mayoría de votos sobre la candidata del expresidente Rafael Correa, es quien ejercerá hasta mayo de 2025 la presidencia de Ecuador.
Noboa tomó el lugar del expresidente Guillermo Lasso, quien tras huir de un juicio político en 2022 decidió disolver el parlamento y decretar la llamada «muerte cruzada» para ir a las elecciones en 2023.
Los desafíos son enormes para Noboa en relación a los altos índices del crimen organizado que azota al país desde las cárceles. El asesinato del candidato Fernando Villavicencio durante la campaña electoral, dejó huellas en la memoria de los ecuatorianos quienes ahora cifran sus esperanzas en el gobierno de un presidente de transición de centro derecha que busca ampliar sus horizontes en vías de la paz y la conciliación del país en un proceso de transición política.
Bolivia y las huellas de Evo Morales
En el caso de Bolivia, el politólogo asegura que ésta «(…) sufre por los efectos económicos negativos junto con el resto de los países que se vincularon con el Socialismo del siglo XXI, puesto que recibió una enorme presión hacia el autoritarismo y la destrucción de la democracia», que ha afectado a otros de la región latinoamericana como Nicaragua y Cuba.
Para Hernández, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, se ha convertido en una sombra que «se postula como un presidente que quiere ser vitalicio en Bolivia, y eso ha llevado a la división del partido que lo apoya que es el MAS, por lo que se ha creado la posibilidad de que surjan dos candidaturas para 2024», en las próximas elecciones presidenciales.
Chile y sus proyectos de reformas de la Constitución
Según Hernández, «Chile se ha salvado de establecer un Gobierno antidemocrático tras la no aprobación de una Constitución que iba a convertir al país en un sóviet.» Para el politólogo, «ésta por fortuna no fue aprobada». Destacó que tampoco la derecha pudo hacer una segunda reforma y una nueva constitución que acaba de ser derrotada, puesto que «(…) era tan autoritaria y cuestionable como la que quería imponer la izquierda.»
Para Hernández, los referendos que han fracasado tanto de la izquierda como de derecha en Chile han provocado que «el presidente Gabriel Boric tenga que seguir el camino que él quería romper. Quería destruir el sistema democrático, crear una democracia popular o una forma de autoritarismo, acabar con la economía de mercado en Chile, acabar con los fondos de pensiones de jubilaciones y crear un Gobierno parecido al de Salvador Allende, pero por fortuna eso ha fracasado.»
El panorama político en Chile ha sido de gran efervescencia durante los últimos años. Luego del Gobierno de centro-derecha de Sebastián Piñera, y las protestas sociales que llevaron al país a decidir por un cambio radical tras la victoria del 18 de julio de 2021 de Gabriel Boric, el país se ha planteado un retorno de políticas izquierdistas que ahora polarizan a esa nación.
Colombia y sus acuerdos de paz con el ELN
Gustavo Petro, toma el poder en Colombia desde el 7 de agosto de 2022, rompiendo con la estructura de derecha del anterior mandatario, Gustavo Duque. Sus políticas de izquierdas progresistas han llevado al país a una cierta estabilidad económica y a la reanudación de los acuerdos de paz con los grupos insurgentes del ELN que se llevaron a cabo en la gestión de Juan Manuel Santos. Los numerosos acuerdos del cese al fuego, no se han cumplido a cabalidad, y el país se sigue manteniendo en vilo en las regiones fronterizas donde los grupos guerrilleros continúan violando los acuerdos de paz tras extorsiones, secuestros y violaciones de los derechos humanos.
Para el politólogo Carlos Raúl Hernández, Colombia «mantiene una actividad económica expansiva, pero tiene un presidente que viene cargado de delirios que no se pudieron materializar porque tampoco pudo hacer una constituyente», de allí que se convierta «en un mandatario que no tiene ninguna visión de futuro y que no sabe que hacer con Colombia.»
Cabe destacar que desde la llegada al poder de Gustavo Petro en ese país, numerosos escándalos de corrupción se han destapado empañando su imagen. Su hijo, Nicolás Petro Burgos, y sus aliados en la campaña política han sido señalados por el manejo ilícito de recursos. Por otra parte, también hay que destacar que Petro ha establecido alianzas con el Gobierno de EEUU, y su homólogo Joe Biden en proyectos de control migratorio y de control de narcotráfico en beneficio del continente.
La incertidumbre argentina con Javier Milei en el poder
El propio Milei definió como un «milagro» su amplio triunfo en un balotaje presidencial del pasado 19 de noviembre, tras obtener la victoria con 55,7% de los votos contra 44,3% del oficialista Sergio Massa. Ganó con un proyecto anarcocapitalista y definitivamente revolucionario en el que entre muchas propuestas económicas, se planteó la reducción de los ministerios, la privatización de instituciones públicas, la dolarización de la economía, la anulación del Banco Central argentino y todo esto, sin tener experiencia de gobierno. Como líder de un partido emergente denominado «La Libertad Avanza» que incluye varios outsiders como él, se impuso a la fuerza que ha dominado la política argentina por décadas, el peronismo y el kirchnerismo.
«El caso de Argentina es absolutamente catastrófico. A pesar de que los gobiernos de los Kirchner no intentaron apropiarse de todas las esferas del poder a través de una constituyente, si lo hicieron con una mentalidad económica populista. Ellos son prácticamente los inventores del populismo latinoamericano desde Perón, han fracasado de tal manera que ahora tienen a Javier Milei, que es el polo opuesto», señala Carlos Raúl Hernández.
«Milei está lleno de buenas intenciones, el problema es que no se le ve viabilidad a las reformas que propone. Su manera estridente, caudillista, antidemocrática, de confrontación, le hará difícil el poder realizar las reformas económicas para que Argentina salga de la situación de crisis en la que se encuentra», añade el politólogo.
Javier Milei trabaja en conjunto con quien fuera su contendora en la primera vuelta a las elecciones, Patricia Bullrich. Igualmente cuenta con el acompañamiento del expresidente Mauricio Macri. Ha conformado un gabinete en el que se ha propuesto reducir los gastos públicos asegurando con total sinceridad, «en Argentina no hay plata.» De esta manera asume grandes riesgos pero apuesta a la transformación del país que según sus palabras vivirá momentos críticos de recesión económica pero que finalmente, le darán validez a su proyecto político mediante la salida de la corrupción y la crisis inflacionaria que mantiene al pueblo argentino en una constante incertidumbre.
Para Hernández, gran parte de los diagnósticos del equipo que acompaña a Milei son correctos, sin embargo, las novedosas propuestas deberán debatirse con un parlamento mayoritariamente en contra.
«Argentina dejó de ser la primera potencia mundial en los años 30, como consecuencia del populismo peronista y ha llegado a ser hoy un país del tercer mundo en picada. Las reformas que plantea Milei significan confrontar una cantidad de poderes establecidos y eso solo se hace con un gran sentido de la gobernabilidad. No puedes imponerle a palos a un país unas reformas que son difíciles, que son costosas y dolorosas. Yo veo con gran dificultad que pueda adelantar los planes que tiene, y hay grandes riesgos de que el sistema político argentino, entre en una situación de confrontación extrema», concluyó Hernández.
La controversial gestión de Nayib Bukele en El Salvador
Nayib Bukele, goza actualmente de una licencia de la función pública aprobada por la Asamblea Legislativa el 30 de noviembre de 2023 que está vigente desde el 1 de diciembre de ese año hasta el 31 de mayo de 2024, con la que podrá participar en la elección presidencial de 2024. Nombró como presidenta designada a Claudia Rodríguez de Guevara. Tomó la presidencia en junio de 2019 y su gestión se ha caracterizado por ser revolucionaria y polémica tras reformas que han tocado a la corrupción y nuevas políticas económicas en el país. Actualmente se está planteando una Ley Bitcoin en El Salvador y la reforma de toda la política monetaria creada en torno a este activo.
A mediados de 2021, Bukele habló acerca de bitcoin por primera vez y asomó la idea de hacer que esa moneda digital descentralizada tuviera el curso legal en El Salvador, dándole los mismos atributos con los que cuenta el colón y el dólar estadounidense.
Según el politólogo Carlos Raúl Hernández, Bukele ha instaurado un sistema autócrata de derecha. «Se presenta como un déspota bienhechor de derecha con un elemento a su favor que hasta ahora ha tenido éxito. Ha tenido un logro extraordinario en materia de seguridad pública en su país y un éxito económico también relativo. Hay otros líderes que han sido democráticos en su desempeño y han sido igualmente eficientes en materia económica, además son mucho más ejemplares que Bukele, como es el caso de Pepe Mujica y Lula da Silva. No necesariamente hay que ser un autócrata para solucionar los problemas y ser popular. Los autócratas eficientes han sido pocos», señaló el politólogo.
Lo cierto es que ya finalizando el 2023, Nayib Bukele, principal promotor de la política de Bitcoin, decidió ahora separarse del cargo de presidente como estrategia para poder lanzarse como candidato en las elecciones presidenciales y de diputados, pautadas para febrero de 2024. Como en toda democracia, recaerá sobre la soberanía popular de El Salvador elegir a la persona que dirigirá el país hasta 2029. Bukele, junto a otros políticos de distintos partidos, se medirán en unos comicios que desde ya, parecen volcarse a favor del dirigente que impartió la política del Bitcoin y que puede tener repercusiones económicas en Centroamérica.
La diplomática gestión de López Obrador en México
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inicia 2024 viviendo el último año de su gobierno progresista de centro-izquierda que comenzó el 1 de diciembre de 2018, en el que se enfocó en terminar sus principales proyectos y en asegurar que su partido «Morena» tuviera garantizado el triunfo para las elecciones del 2 de junio de 2024.
Debido a una reforma político-electoral promulgada en 2014, la administración de López Obrador duró un poco menos de seis años, a diferencia de sus antecesores desde el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-1940). López Obrador se enfocó en el proyecto del Tren Maya, una de las obras insignia de su gobierno, además de la construcción de la refinería de Dos Bocas y las reformas del Poder Judicial. Ha maniobrado e intentado que la Guardia Nacional quede bajo control del Ejército y para ello, promovió una reforma legal que la Suprema Corte anuló.
La candidata Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México de López Obrador ha sido cercana al mandatario desde hace más de 20 años y será la candidata que se postule a las próximas elecciones para la continuidad de esa gestión.
«Manuel López Obrador se sigue viendo como un presidente de izquierda, aunque su política es exactamente la continuación de los programas económicos conocidos de apertura, de estimulo a los capitales internacionales, estímulo al capital privado, apertura económica; es decir, todas esas políticas que cuestionó la izquierda latinoamericana», por tanto, López Obrador y su posible sucesora, Claudia Sheinbaum, seguirán manteniendo las relaciones geopolíticas estratégicas con el Gobierno de EEUU y las alianzas migratorias establecidas con el Gobierno de Joe Biden.
El liderazgo de Lula en el continente y en los BRICS
Luiz Inácio Lula da Silva, sindicalista y de izquierda progresista, superó los embates de un encarcelamiento por presuntos actos de corrupción y regresó como el ave fénix para obtener la victoria de los comicios superando a su contendor y expresidente de la ultra derecha, Jair Bolsonaro en 2022. Tomó posesión en enero de 2023 y se ha convertido en el líder latinoamericano del bloque de los BRICS, además de intervenir como mediador en conflictos fronterizos como el que mantiene Venezuela con Guyana en la disputa por el Esequibo.
«El caso de Lula da Silva en Brasil es emblemático. Lula prosiguió el mejor proceso de reformas económicas de mercado que ha habido en el continente encabezado por el expresidente Fernando Henrique Cardoso cuando fue ministro y luego cuando se desenvolvió como primer mandatario. Cardoso viene de la izquierda más radical, y Lula continuó exactamente el proceso de reformas. desgraciadamente su gestión tuvo un componente de corrupción sumamente alto que hizo inviable el modelo económico y político», destaca Hernández.
Lula se ha mantenido en relaciones diplomáticas fructíferas con la Unión Europea y ha establecido numerosos acuerdos ambientalistas y comerciales con la liga árabe en la reciente Cumbre COP28 realizada en Dubái.
Pero sin duda, los acuerdos establecidos por Brasil con el bloque de los BRICS liderado por China y Rusia, lo consolidan como líder del continente. «Ahora el Brics es más fuerte que el G7. En 1995, los países del G7 tenían el 45% de participación en el PIB (producto interno bruto) mundial por paridad de compra y el BRICS el 16%. Ahora el BRICS tiene el 32% y el G7 apenas el 29%», aseguró Lula en diversas ruedas de prensa.
«Afortunadamente Brasil corrigió la marcha y el triunfo de Lula a quien no le pudieron demostrar ninguna culpabilidad personal en sustracción de recursos. Hoy encabeza un Gobierno que sigue siendo igualmente en favor de la mayoría de los brasileros. Nuevamente Brasil vuelve a ser el líder de Suramérica, y con planteamientos que independientemente de la situación complicada a nivel geopolítico, por la decadencia que se observa tanto en el bloque occidental con EEUU a la cabeza y Europa, como consecuencia de la guerra con Ucrania. Lula está haciendo una política extremadamente inteligente y se ha convertido de nuevo en un líder respetable en el panorama mundial», destacó el politólogo Carlos Raúl Hernández.
Uruguay «modelo a seguir» para Latinoamérica
El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou mantiene elevados niveles de popularidad en el país y se ha constituido como una gestión de centroderecha que ha salido airosa en la región. No obstante, la izquierda agrupada en el Frente Amplio se ha mostrado resiliente y mantiene sus bases organizativas y su influencia ideológica en el país. Hoy por hoy, las encuestas muestran a un país divido en dos bloques que se han abierto a la convivencia a pesar de sus divergencias políticas.
Para el politólogo Hernández, las reformas de los expresidentes Tabaré Vázquez y José Mujica en Uruguay, han coincidido con reformas que llevaron a «las izquierdas y derechas a convertirse en diligentes pragmáticos para lograr impulsar cambios que han convertido a Uruguay en un país modelo para América Latina en lo que respecta al desarrollo económico y social», de allí que Uruguay prometa con el Gobierno de Luis Lacalle Pou el equilibrio promulgado por los gobiernos de centro-derecha.
Cabe destacar que Uruguay es uno de los 23 países clasificados, a nivel mundial, como «Democracias plenas» según los datos publicados por «The Economist Intelligence Unit», en el «Índice de Democracia 2020», por lo que se ubica en el primer lugar en Latinoamérica.
¿Cuál es el futuro de los países latinoamericanos ?
Para el politólogo Carlos Raúl Hernández, «lo que estamos viendo hoy en Latinoamérica es el fracaso de la oleada del Socialismo del siglo XXI. Los países que sobrevivieron a esto son aquellos que supieron hacer un juego político hábil con el lenguaje y con las voces que difieren, pero que no afectaron la dinámica económica real de la región.»
Ante el panorama venezolano, 2024 se platea de una enorme incertidumbre para un pueblo que se mantiene en medio de una polarización desde hace décadas. Las próximas elecciones presidenciales y una disputa territorial complican el panorama político del país. Para Hernández «el Gobierno de Maduro se quitó esas pesadillas y aprecia la experiencia miserable de Cuba que permanece sumergido en el Socialismo del siglo XXI. La experiencia exitosa de Uruguay, de Brasil y de México, que optaron por las economías abiertas productivas con el concurso de capitales internacionales y el capital privado nacional» son el aval con que cuenta Suramérica.
El camino que pudiera seguir el continente es el que le están señalando los países exitosos del mundo y de América Latina. «Los liderazgos económicos de México y de Brasil son indiscutibles, países de una economía brillante como es el caso de Panamá también son relevantes. Todos esos países que han despertado y que han mejorado las condiciones de vida de los pueblos lo han hecho desde una perspectiva de apertura y de modernidad, no con discursos inflamados radicales sobre las derrotas de los empresarios y las empresas privadas, sino desde la apertura de capitales e inversiones que definitivamente son los que conforman el desarrollo de las economías y de nuestras naciones.
Fuentes CNN/Telesur/El País/Reuters/EFE/
