Está previsto que en la reunión de los BRICS participen los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica junto a los de Arabia Saudí, Argentina, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos
Este martes 21 de noviembre, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió una reunión con el grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para definitivamente parar la guerra de la Franja de Gaza entre Israel y el movimiento islámico Hamás puesto que según su opinión, «el conflicto se propagará a o otros países.»
Instó a la paz y a la preservación de la Carta de la ONU. «Debemos actuar para impedir que la guerra se extienda a los países vecinos», afirmó el mandatario en una reunión virtual extraordinaria convocada por el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, cuyo país preside este año los BRICS, para analizar la crisis de Gaza.
«La contribución de los BRICS, en su nueva configuración, junto con todos los actores a favor del autocontrol y la desescalada es valiosa y esencial», señaló Lula, en referencia a la ampliación del bloque acordada este agosto en Johannesburgo, que incluyó a Arabia Saudí, Argentina, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos.
El presidente sudamericano subrayó que «esos actos bárbaros no justifican el uso de fuerza indiscriminada y desproporcionada contra civiles», subrayó Lula, al aseverar que «nos enfrentamos a una catástrofe humanitaria» en Gaza.
También incidió en que la guerra actual «es el resultado de décadas de frustración e injusticia, representadas por la ausencia de un hogar seguro para el pueblo palestino».
Está previsto que en la reunión de los BRICS participen los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica junto a los de Arabia Saudí, Argentina, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos.
Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre tras un ataque del grupo islamista que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240 en aldeas israelíes cercanas a la Franja de Gaza.
Las fuerzas aéreas, navales y terrestres de Israel han contraatacado desde entonces el enclave palestino, donde ya suman más de 13.300 muertos, la mayoría niños y mujeres, así como más de 6.500 desaparecidos que podrían estar bajo los escombros, por lo que la cifra de víctimas mortales podría ser aún más alta.
A esto se suman decenas de miles de heridos, así como más de 1,7 millones de desplazados -más de dos tercios de la población total-, que viven en medio de una grave crisis humanitaria por la escasez de agua, alimentos, electricidad, medicinas y combustible.