Bahía, Minas Gerais y Sao Paulo, donde en conjunto habitan unos 83 millones de personas, casi 40% de la población total, son los estados del país más afectados por los chubascos
Brasil pasó en pocos meses de lidiar con la peor sequía de los últimos 91 años a sufrir graves temporales de lluvias, que causaron cerca de un centenar fallecidos y al menos 150.000 evacuados en las regiones noreste y sureste del país.
Los embalses bajo mínimos por la falta de precipitaciones entre junio y septiembre de 2021 dieron paso a los desbordamientos de ríos, mortales deslizamientos de tierras y municipios enteros inundados entre finales del año pasado y principios de este 2022.
Bahía, Minas Gerais y Sao Paulo, donde en conjunto habitan unos 83 millones de personas, casi 40% de la población total, son los estados del país más afectados por los chubascos que vienen castigando parte del territorio brasileño desde octubre.
La «falta de infraestructura urbana» y de «políticas de prevención y adaptación climática» hace el resto, dejando un reguero de destrucción a su paso, denunció el geógrafo Rodrigo Jesus Santos, portavoz de la campaña Clima y Justicia de Greenpeace.
En Sao Paulo, Minas Gerais (sureste) y Bahía (noreste) se contabilizaron en los últimos meses al menos 86 fallecidos, mientras que unas 150.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares por las lluvias, según datos oficiales.
Sólo en la localidad de Franco da Rocha, en la zona metropolitana de Sao Paulo, hubo 18 muertos por culpa de un alud de tierra que sepultó algunas viviendas construidas sobre un terreno escarpado.
«Hay un aumento de eventos extremos relacionados a lluvias intensas con consecuencias directas en la población más vulnerable que vive en la periferia de las grandes ciudades o en comunidades rurales», apuntó Santos.