La incertidumbre se mantiene en saber si Javier Milei pudiera tener unas relaciones diplomáticas favorables con Venezuela, Brasil, Colombia y otros países de América Latina con gobiernos denominados progresistas
Tras la victoria del derechista Javier Milei, Argentina se prepara para un cambio verdaderamente significativo. Las políticas marcadas por los partidos de centro izquierda delineadas por el kirchnerismo y los movimientos peronistas, permitieron que las gestiones gubernamentales de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, establecieran los parámetros de la economía política, la geopolítica internacional, las políticas sociales y sobre todo, la cultura de un país que hasta hoy, puso un alto a la continuidad.
Con la elección de Javier Milei, se produce un rechazo a la gestión de Alberto Fernández y a su excandidato Sergio Massa, quien llevaba las riendas de la economía de un país sumergido en una pobreza que hoy supera el 40% con una alta inflación 142%. El panorama que pudiese catalogarse de abrumador, efervescente y cargado de incertidumbre para unos, también es esperanzador para otros en un proyecto nacional que contempla la dolarización de la economía, la reestructuración de las instituciones públicas, la eliminación del Banco Central de Argentina, la legalización del porte de armas, la reducción de la carga tributaria y la controversia con temas como el aborto y las comunidades LGBTQ+.
¿Qué representa un gobierno que parece dibujarse como polarizado y de extrema derecha ante las políticas y la identidad latinoamericana?
Eloy Torres, diplomático e internacionalista nos ofrece una visión al respecto.
«Se trata de la derrota del populismo, el estatismo y la derrota de una visión que ha dominado a Argentina durante casi 80 años. Con Perón, su esposa y sus herederos, mantuvieron un régimen clientelar y corrupto en el que Milei se ha presentado como un elemento que irrumpe en la escena política desde hace dos años para acá, convirtiéndose realmente en un fenómeno que ya deja de ser un fenómeno para convertirse en una realidad. Esperamos que cumpla una buena parte de sus propuestas, creemos que desde ya comenzó una postura centrada con una visión de Estado que mantiene unos niveles de comunicación y sinergia con el resto de los poderes en el país. Milei se presenta como esa alternativa frente a una realidad a pesar de la satanización que tuvo desde los partidos progresistas e izquierdistas, frente a una propuesta lejos del clientelismo estatista que pretende mantenerlo todo bajo su poder y su control».
–¿Cómo afectará esto al resto de los países latinoamericanos que comulgan con modelos económicos de izquierda?, tal como Colombia, Venezuela, Brasil…
-Creo que se van a mantener unas relaciones diplomáticas normales, no creo que se produzca una ruptura de relaciones diplomáticas. Con China por ejemplo ha dicho que mantendrá sus relaciones comerciales al igual que con Brasil. No necesariamente, las relaciones diplomáticas deben ideologizarse. Creemos que Milei puede tener unas relaciones normales con Venezuela, y viceversa, es lo más sensato. Ese proceso de ideologización de la política mundial ha hecho mucho daño al mundo. El querer dividir a los grupos entre buenos y malos, entre izquierda y derecha, es dañino para las relaciones geopolíticas de los países y las organizaciones internacionales.
Jean Paul Mertz, internacionalista venezolano tiene otra opinión al respecto.
«La militancia peronista por lo menos en Buenos Aires, no ha despertado lo suficiente como para llevar a los sectores más conservadores una reestructuración de la economía y la situación en el país. A nivel económico se ve una repetición del esquema Macri, que va a implicar una situación de sumisión que no va a poder ser controlada puesto que va a complicar la situación a nivel económico, y que va a generar una gran brecha social que pudieran verse perjudicados por esta situación. La propuesta de Milei es una propuesta vacía, que esconde la protección de los grandes capitales, la protección de los sectores de las dictaduras y la ampliación del plan geopolítico de Washington de mantener dividida la región latinoamericana a través de una oposición y polarización entre sus países. NO es más que un experimento que ya vimos fracasar con Trump y con Bolsonaro, que se prepara para ser un coletazo para retroceder en el mundo pero afianzarse en América Latina para poder aguantar el vendaval político de la hegemonía mundial».
¿Quién es Javier Milei?
El candidato ultraderechista y líder de la formación La Libertad Avanza Javier Milei ganó las elecciones argentinas en segunda vuelta frente al aspirante oficialista Sergio Massa y se convertirá así en el próximo presidente el 10 de diciembre de 2023.
Milei, de 53 años, era un outsider de la política hasta 2021, cuando resultó elegido diputado, sorprendió en las elecciones primarias de agosto, cuando resultó el candidato más votado (29,86 %) como único aspirante de la formación ultraderechista, por delante de la coalición Juntos por el Cambio (centroderecha) y la oficialista Unión por la Patria (peronismo).
Posteriormente, en octubre, quedó segundo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales con casi el 30 % de los votos frente al 36,7 % de Massa, pero en la segunda vuelta logró superar a su rival.
«Economista libertario», apologeta de la Escuela Austríaca, defiende la libertad en cualquier ámbito de la vida, incluso aquellos contrarios a la ideología ultraderechista como aborto, matrimonio homosexual o adicción a las drogas, siempre que no sean un lastre para el Estado.
Licenciado por la Universidad de Belgrano en Buenos Aires, con dos títulos de posgrado y sin experiencia en materia política, Milei trabajó como asesor económico de diversos organismos y empresas, la última de ellas, Aeropuertos Argentina 2000.
Su provocador carisma y su rompedora manera de hablar de los políticos «chorros» (ladrones) -junto con excentricidades como sortear su sueldo o decir abiertamente que sus mastines le aconsejan- han sido un imán para captar la atención de innumerables jóvenes y desencantados con la política, mayoritariamente hombres.
Milei fue ganando visibilidad en la opinión pública argentina con constantes intervenciones en programas televisivos, en los que hacía gala de una desinhibida oratoria trufada de insultos contra el poder establecido, la famosa «casta», a la que, no obstante, terminó aliada al recibir el apoyo del expresidente Mauricio Macri y la excandidata de JxC, Patricia Bullrich, para la segunda vuelta.
Dolarizar la economía y privatizar, entre sus propuestas
La «terapia de shock» prometida por Milei para equilibrar las cuentas pasa por privatizar empresas del Estado y recortar 15% el gasto público apaciguaría al Fondo Monetario Internacional (FMI), al cual el país se esfuerza por devolver un préstamo de 44.000 millones de dólares otorgado en 2018 al entonces presidente Mauricio Macri.
Milei aboga además por acabar con subsidios crónicos al transporte, la energía y el agua, liberar los precios y eliminar los impuestos a la exportación.
La pieza clave de su proyecto es la dolarización de la economía, a fin de reducir la inflación de 142% anual con una moneda estable. «El programa de gobierno de Milei requiere importantes reformas estructurales, especialmente si pretende cumplir con su promesa de dolarizar la economía y eliminar el Banco Central», dijo Jimena Blanco, analista de la firma Global Risk Insight.
Milei afirmó que el proyecto se llevará a cabo con los dólares que los argentinos llevan años guardando bajo la cama. Su principal asesor económico, Emilio Ocampo, explicó en una charla en agosto que la dolarización «es la alternativa que tiene menos probabilidad de fracaso». «Nuestra adicción al populismo nos llevó a no tener capacidad de tener una moneda estable (…), por lo cual se necesita una reforma monetaria dura», dijo Milei en su gestión de campaña.
La olla de presión social
Argentina, orgullosa históricamente de su amplia clase media, tiene una arraigada cultura de ayudas sociales, con sindicatos y organizaciones poderosos. A estos, además, se añaden «un montón de colectivos anti-Milei que no existían hasta el 13 de agosto», señaló Iván Schuliaquer, politólogo de la Universidad Nacional de San Martín, en referencia a las elecciones primarias en las que el libertario fue la sorpresa al conseguir el mayor número de votos.
Milei asumirá con «una resistencia ya activada», agregó, refiriéndose a organizaciones de derechos humanos, feministas, colectivos LGBT, ambientalistas e incluso clubes de fútbol que lo consideran una amenaza no solo para su propia subsistencia sino también para la democracia.
Gabriel Vommaro, politólogo argentino, teme las consecuencias de este escenario en un país donde cuatro de cada 10 argentinos son pobres y la mitad de la población recibe algún tipo de ayuda o subsidio. «Milei trae consigo una situación de confrontación político-social que uno puede anticipar en un contexto de ajuste económico, sobre todo del gasto público y de los funcionarios públicos», dijo. «Con, quizás, un camino represivo que no sabemos cómo puede terminar», señaló.
Los acuerdos políticos
El joven partido de Javier Milei, La Libertad Avanza, entró en el Parlamento en 2021 con tres diputados y actualmente, aunque no es mayoría se presenta como la tercera fuerza 38 de 257, en una Cámara de Diputados en la que ningún grupo tiene la mayoría absoluta, pero donde el bloque peronista (centroizquierda) sigue siendo el dominante (108).
Su llegada al Congreso en 2021 empezó a preocupar a la “casta”, especialmente cuando el autodefinido «anarcocapitalista» propuso romper el statu quo monetario mediante la dolarización de la economía, la privatización de la mayoría de compañías estatales, la reducción de la carga tributaria y la libertad para acceder a las armas de fuego y para vender órganos.
Su símbolo por excelencia es la motosierra, con la que advierte de que, si es presidente, recortará drásticamente el gasto público, cerrando y unificando ministerios y clausurando el Banco Central, una de sus medidas más transgresoras.
El explosivo cóctel socioeconómico que vive Argentina ha sido el caldo de cultivo para el crecimiento de las filas ultraliberales que lidera este fan de los Rolling Stones, exportero del Chacarita Juniors y seguidor de Boca Juniors.
No se adhiere a la Agenda 2030 y niega el cambio climático, así como -algo impensable en uno de los pocos consensos de la política argentina- los 30.000 desaparecidos durante la dictadura militar (1976-1983).
Comercio e ideología
El presidente electo tendrá que reconstruir puentes con socios clave con los cuales ha sido muy crítico, especialmente Brasil y China, los dos principales socios comerciales de Argentina. «No hago pactos con comunistas. Soy un defensor de la paz, de la libertad y la democracia», dijo Milei en su entrevista con el estadounidense Carlson Tucker en septiembre. Recientemente, explicó que esto no impide a los empresarios negociar directamente con ellos, sin intervención del Estado.
Milei no gobernará en La Casa Rosada
El electo presidente Javier Milei anunció que no gobernará desde la Casa Rosada sino que se mudará a la Quinta presidencial de Olivos, donde instalará sus oficinas y espacios de trabajo para aplicar sus nuevas políticas a partir del 10 de diciembre de 2023. Cúneo Libarona será su ministro de Justicia y que la excandidata a gobernadora bonaerense Carolina Píparo estará al frente de la Anses, al tiempo que, en línea con lo que prometió en la campaña, ratificó que privatizará los Yacimientos Petrolíferos Fiscales, S. A, (YPF); Enarsa y los medios públicos.
«Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado», dijo Milei en una entrevista con radio Mitre antes de señalar que YPF será vendida después de que se recomponga su valor.
«En YPF del mismo modo que Enarsa va a haber una transición de racionalización y las vamos a utilizar como puente para la readecuación del sistema energético y puestas en valor se venden. La transición dura más o menos dos años», dijo Milei en otra de las entrevistas. En ese momento le preguntaron si la dolarización tendría un plazo similar: «Eso puede llegar a hacerlo en un año y una vez que están sancionadas las leyes».
El panorama para Argentina se sumerge en una polémica que aborda definitivamente un cambio para la geopolítica latinomericana e incluso para sus socios comerciales acostumbrados como lo son China, Rusia, Brasil, y el resto de sus aliados. Colombia, Brasil y Venezuela, serán sin duda de sus más férreos detractores tras la ejecución de políticas contrarias a las ideologías que por más de 80 años han marcado a los pueblos de América Latina.
Con información de EFE/France 24/ CNN/NTN24
