El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, es partidario de intensificar el confinamiento y apoya el cierre de mercados al aire libre.
Durante este fin de semana la policía ha multado a cerca de 7.000 personas por no mantener las normas del confinamiento, cerraron un restaurante que estaba abierto ilegalmente y también cerraron varios negocios no esenciales que se encontraban abiertos cerca de Jerusalén.
Debido a estos incumplimientos, y al incremento de contagios, el Ministerio de Sanidad y del Gabinete de Ministros señalaron a medios locales que esto puede llevar a imponer restricciones más severas, entre las que estaría no poder acudir a los lugares de trabajo a excepción de los esenciales.
Informaron que se detectaron 2.568 nuevos casos durante los últimos dos días, después de que la semana pasada superaran los 5.500. Los pacientes graves en Israel ya son ya 643, de ellos 170 conectados a respiradores, y el total de fallecidos desde que comenzó la pandemia asciende a 1.256.
El aumento de la morbilidad en Israel ha crecido un 5% durante el mes de septiembre según un informe de la Inteligencia Militar y ha fallado el cumplimiento del confinamiento en las denominadas «localidades rojas».
Con información de EFE