El cúmulo de acciones y reacciones ocasionadas por el desvío y aterrizaje forzoso de un avión comercial de Ryanair hacia el aeropuerto de Minsk para detener al comunicador y disidente Román Protasevich, han contribuido con el aislamiento de Bielorrusia
El régimen bielorruso ha profundizado su separación del resto del continente, tras el acuerdo de la Unión Europea de cerrar el espacio aéreo con Bielorrusia y ampliar las sanciones debido al caso Ryanair. Según EFE, el gobierno de Lukashenko solo cuenta con el apoyo y respaldo de Rusia.
Hasta el momento únicamente aviones rusos y algunos de carga desde Asia vuelan sobre territorio bielorruso.
Este miércoles, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, mostró el gran espacio que se ha abierto en el espacio aéreo de Bielorrusia, mientras que el tráfico sigue sin alteraciones en sus vecinos países, Lituania, Ucrania, Rusia, Letonia y Polonia.
Aunque Bielorrusia no es un gran punto de conexión europeo, semanalmente más de 2.000 aviones sobrevuelan el país y grandes aerolíneas europeas aterrizan y parten de Minsk, su capital.
Sobre la colaboración de Rusia en los hechos del domingo, la canciller alemana Angela Merkel aseguró que en la Unión Europea fue un tema de agenda pero que esta posibilidad se dejó de lado por no contarse con «evidencias» que la sustentasen.
Asimismo, Merkel se mostró convencida de que hace falta una política común y coordinada con respecto a Rusia. «Necesitamos una posición conjunta», afirmó con respecto a los 27 integrantes de la unión. Agregó que los líderes volverán a abordar la cuestión en junio.
Para la canciller las «respuestas heterogéneas» de los socios europeos ante el Kremlin «debilitan a la UE». En este sentido, la funcionara alemana defendió el diálogo con Putin, mandatario ruso.
Merkel hizo referencia a la reunión del próximo 16 de junio entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y Vladímir Putin, en la ciudad suiza de Ginebra.
Rutte, primer ministro en funciones de Países Bajos, aseguró que le “parece bien” ese encuentro, pero consideró que la UE “en sí misma debe asegurarse de mantener un diálogo” con Moscú.