El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dio la bienvenida a que el grupo de ataque del portaaviones estadounidense «Harry S. Truman» se incorpore bajo su mando a unas maniobras en el Mediterráneo, una disposición que no había ocurrido desde el fin de la Guerra Fría.
“Celebro que el grupo de ataque del USS Harry S. Truman venga bajo mando de la OTAN para el ejercicio Neptune Strike en el Mediterráneo”, indicó Stoltenberg a través de un mensaje en Twitter, en el que consideró que este movimiento es “una fuerte señal de la unidad transatlántica”.
Stoltenberg afirmó además que la OTAN “siempre hará lo que es necesario para proteger y defender a todos los aliados”.
Desde la Alianza Atlántica, precisaron que se trata de la primera vez que un grupo de ataque de portaaviones estadounidense “completo” se pone a disposición de la OTAN desde que concluyó la Guerra Fría.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, informó desde Washington de la incorporación de este grupo de barcos al ejercicio de la OTAN, que dijo que comenzará el 4 de febrero y que tendrá como objetivo “probar un amplio rango de capacidades marítimas” de los aliados.
Según dijo, se trata de una actividad planificada desde 2020, sin “anticipar” un movimiento de Rusia sobre Ucrania, en relación con el refuerzo militar que Moscú lleva a cabo junto a la frontera ucraniana.
“No se ha diseñado frente al tipo de escenario que pueda pasar con respecto a Ucrania”, dijo en una rueda de prensa, en la que precisó que, “si el escenario ha cambiado desde entonces, no tengo ese nivel de detalle”.
El «USS Harry S. Truman», portaaviones de propulsión nuclear, y el grupo de ataque que lo acompaña, salió el pasado 1 de diciembre de la Estación Naval de Norfolk (Virginia) y Mayport (Florida) y se dirigió al Mediterráneo en un despliegue programado.