El paro en refinerías divide a los franceses respecto a su apoyo o rechazo, en medio de largas filas, de restricciones y de sectores económicos y sociales que aseguran sufrir las consecuencias de la protesta
Gremios de la Confederación General del Trabajo de Francia (CGT) anunciaron el levantamiento de la huelga en reclamo de aumento salarial en tres refinerías de la petrolera TotalEnergies, mientras otras tres seguirán bajo el paro.
Trabajadores que protestan desde hace más de dos semanas votaron por el cese de la medida de presión en las instalaciones de Donges, en el departamento de Loira Atlántico, y en las situadas en Norte y Bocas del Ródano.
El coordinador nacional de la CGT para TotalEnergies, Eric Sellini, anunció a la agencia AFP la decisión tomada en los dos últimos casos, en medio de un escenario de mejora en la situación de las estaciones con penuria de algún carburante, 21,9 % del total este miércoles contra 24,8 % registrado ayer.
Sin embargo, los huelguistas del propio sindicato acordaron mantener el paro en las refinerías de Normandía y Ródano, que se suman a la de Gonfreville-L’Orcher (Sena Marítimo).
El Gobierno ha debilitado el movimiento en demanda de un incremento del 10 % del sueldo con la activación de requisas, un procedimiento que obliga a empleados a retornar a sus puestos so pena de sanciones penales, aplicado en las instalaciones de la compañía ExxonMobil, que ya comenzó a recuperar su rutina, y también de TotalEnergies.
Según el Ejecutivo, resulta inaceptable «bloquear» las refinerías y los depósitos, porque ambas petroleras llegaron a acuerdos con los sindicatos mayoritarios.
La CGT rechazó los acuerdos por considerar que no satisfacen el reclamo de 10 % de aumento salarial, argumentado con la galopante inflación que impera en Francia y con las enormes ganancias reconocidas por las transnacionales, que en el caso de TotalEnergies ascendieron a 10 mil millones de euros en el primer semestre.
Medios de prensa informaron que la Confederación presentó a TotalEnergies una propuesta para salir de la crisis.
El paro en refinerías divide a los franceses respecto a su apoyo o rechazo, en medio de largas filas, de restricciones y de sectores económicos y sociales que aseguran sufrir las consecuencias de la protesta.
Gremios y partidos de izquierda critican el procedimiento de la requisición, al cual denuncian como violatorio del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo sobre el derecho a la huelga.