«No es la primera vez que tenemos una tormenta, aunque esta ha sido especialmente violenta, pero sí que ha desplazado a los coches, ha arrancado alguna parte del pavimento», relata Martine,
una mujer que hoy llevaba desde las nueve de la mañana arreglando los destrozos
Los vecinos de Dinant (sur de Bélgica) estuvieron este domingo limpiando los destrozos que dejaron en coches, en garages y en la calzada las tormentas que ayer volvieron a caer en diversas regiones de Bélgica, causando algunas inundaciones, aunque sin dejar víctimas, como sí ocurrió con las lluvias torrenciales de la semana pasada.
Las inundaciones no eran ya perceptibles pero esta mañana los ciudadanos del pueblo continuaban achicando agua de las casas y retirando con remolcadoras y palas los destrozos en el pavimento levantado que ayer provocó en algunas de las calles el desbordamiento de un embalse.
«Estaba mirando vídeos en internet y de repente en menos de un minuto toda la calle estaba inundada», explicó a Alain, un joven que aseguró que estuvo trabajando «toda la noche para ayudar a los ciudadanos», porque «hay que ser solidario», dijo.
El Instituto Real de Meteorología belga emitió el viernes una alerta naranja por nuevas tormentas, más localizadas que las de la semana pasada, pero avisando de la posibilidad de nuevos desbordamientos.
«He tenido 30-35 centímetros (de agua) en mi casa. No ha sido en todas las casa pero mira aquí están limpiando los garajes», dijo en declaraciones Martine, una mujer que llevaba desde las nueve de la mañana arreglando los destrozos.