Un vídeo capturado por un ciudadano y difundido por los medios británicos mostró al presunto autor del ataque, un hombre con barba que llevaba puesto una sudadera ocre con capucha
Un trágico incidente sacudió la zona de Hainault, en el este de Londres, cuando un hombre atacó a varias personas con una espada cerca de una estación de metro, dejando como resultado la muerte de un niño de 13 años y cuatro personas heridas.
Entre los heridos se encuentran dos agentes policiales, quienes están hospitalizados y han sido sometidos a cirugía, aunque se informa que no corren peligro de vida. Las otras dos personas heridas también están recibiendo atención médica, pero su estado no se considera grave.
La Policía ha detenido a un hombre de 36 años en relación con este suceso, que ocurrió temprano en la mañana de este martes, 30 de abril, alrededor de las 6:00 hora local. Sin embargo, las autoridades británicas han aclarado que no están buscando a ninguna otra persona en relación con el ataque y que no se trata de un acto terrorista.
El superintendente jefe de la Policía Metropolitana de Londres (Met), Stuart Bell, informó a los medios que tanto las fuerzas del orden como los servicios de emergencia respondieron de inmediato para atender a las víctimas en Hainault.
«Con gran tristeza confirmo que uno de los heridos en el incidente, un niño de 13 años, ha muerto a causa de esas heridas. Lo llevaron al hospital después de haber sido apuñalado y lamentablemente murió poco después. La familia del niño cuenta con el apoyo, primero, de mis agentes locales y ahora de algunos agentes especializados», agregó.
Los servicios de emergencia fueron alertados después de recibir una llamada informando sobre un automóvil que se había estrellado contra una vivienda en el área de Thurlow Garden, en Hainault.
Un vídeo capturado por un ciudadano y difundido por los medios británicos mostró al presunto autor del ataque, un hombre con barba que llevaba puesto una sudadera ocre con capucha. En las imágenes, se observa al individuo caminando con una espada de gran tamaño, similar a una katana japonesa, en la mano.
«Esto debe haber sido un incidente aterrador para los involucrados. Sé que la comunidad se sentirá impactada y alarmada», señaló el subcomisario Ade Adelekan en una nota.
La Policía Metropolitana también ha confirmado que no hay «ninguna amenaza» para la seguridad pública tras el ataque.