La incidencia acumulada del virus se sitúa por encima de los 800 casos por cada 100.000 habitantes, más del triple de los 250 casos por cada 100.000 habitantes considerados de alto riesgo en el país
La tercera ola de la pandemia de coronavirus sigue sumando contagios en España y varias regiones ,advierten de un aumento de la presión asistencial en sus hospitales, donde las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) atienden a un porcentaje cada vez más elevado de pacientes con COVID-19.
España supera los dos millones y medio de contagios por COVID-19 desde el inicio de la pandemia y se aproxima a los 55.500 fallecidos, según las estimaciones oficiales.
Además, la incidencia acumulada del virus se sitúa por encima de los 800 casos por cada 100.000 habitantes, más del triple de los 250 casos por cada 100.000 habitantes considerados de alto riesgo en el país.
La tercera ola de la pandemia que sufre España podría encontrarse ya en su «pico máximo», según valoró esta semana el epidemiólogo Fernando Simón, portavoz sanitario del Gobierno español para la pandemia.
Las estimaciones del Ministerio español de Sanidad apuntan a que en los próximos días las cifras podrían estabilizarse o iniciar un descenso, pero mientras tanto la presión hospitalaria sigue en aumento y las comunidades autónomas se preparan para iniciar una semana con más restricciones para tratar de frenar la expansión del virus.
Preocupa especialmente la evolución de la nueva cepa británica, mucho más contagiosa, tras el incremento de casos relacionados con la nueva variante en regiones como Cataluña, donde el número de casos pasó de 16 a 60 en apenas dos días y los responsables sanitarios vaticinan que seguirá extendiéndose.
A las medidas estrictas adoptadas por la mayoría del territorio español se une a partir de este lunes la comunidad de Madrid, hasta ahora casi la única región del país que se había mantenido renuente a tomar decisiones demasiado duras.