Cae una secta «neochamánica», con sede en la selva colombiana y asentada en España, que prometía mejoras físicas y emocionales mediante el consumo de ayahuasca, sapo o peyote.
Los miembros de la banda recibían numerosos envíos de paquetería con estas sustancias psicoactivas y las empleaban en la celebración de los rituales.
Los agentes han detenido a 18 personas en distintos puntos de España y han intervenido 60 kilos de ayahuasca y un kilo de mescalina que trataban de introducir a través del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
A todos ellos se les acusa de pertenecer a una organización criminal y de delitos contra la salud pública.