La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, concluyó este martes una visita de dos días a Rusia, donde recordó a las autoridades que tienen la obligación -como todos los Estados- de permitir que los prisioneros de guerra ucranianos sean visitados para verificar el trato que reciben.
«Spoljaric reiteró la responsabilidad esencial de los Estados de cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, incluida la de conceder al CICR acceso para visitar a los prisioneros de guerra dondequiera que estén detenidos», indicó la organización en un comunicado difundido en Ginebra.
Durante su estancia en Moscú, la responsable humanitaria se reunió con varias autoridades, como el ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov; el viceministro de Exteriores, Sergey Vershinin; la alta comisionada para los derechos humanos, Tatiana Moskalkova; la comisionada presidencial para los derechos del niño, Maria Lvova-Belova, y el Presidente de la Cruz Roja rusa, Pavel Savchuk.
Con ellos abordó temas considerados urgentes en el marco del conflicto armado con Ucrania, entre los cuales la visita a los detenidos en el campo de batalla es una de las prioridades.
El CICR precisó que las visitas periódicas de sus delegados a los prisioneros de guerra permiten supervisar las condiciones y el trato que reciben, proporcionarles atención médica en caso de que lo necesiten y mantenerlos en contacto con sus familias.
«Miles de familias esperan desesperadamente noticias de sus seres queridos», recordó la institución.
Asimismo, Spoljaric conversó con las autoridades rusas sobre las necesidades humanitarias de los civiles, de las familias de los desaparecidos, de la reunificación de las familias separadas y de la protección de los trabajadores humanitarios.
Hace menos de una semana, tres miembros del personal del CICR murieron cuando un bombardeo alcanzó un punto de distribución en la primera línea de combate en la región de Donetsk.