Se reportaron 16 casos nuevos, 12 de ellos importados del exterior
El número de infectados por coronavirus que continúan contagiados en China, se redujo por debajo de la barrera de los 10.000 en las últimas 24 horas, un lapso que dejó 14 muertes y 16 nuevos casos, 12 de ellos «importados» del exterior.
El incremento de estos casos ha provocado más controles en los aeropuertos y que la capital, Beijing, imponga desde este lunes 16 de marzo cuarentenas obligatorias a quienes entren en la ciudad desde el extranjero.
La Comisión Nacional de Sanidad de China aseguró que, hasta ahora, se han diagnosticado 80.860 contagios, de los que 67.749 han superado con éxito la enfermedad, mientras que 3.213 perecieron, lo que sitúa la cifra de infectados «activos» de SARS-CoV-2 en 9.898.
De los nuevos contagios, sólo 4 son «locales» y se registraron en Wuhan, capital provincial de Hubei y la ciudad más castigada por la enfermedad, ya que acumula un total de 2.469 muertos.
La tendencia a la baja de nuevos infectados llevó el pasado jueves a las autoridades sanitarias chinas a declarar que, el pico de transmisiones había llegado a su fin en el país asiático, aunque recalcó que no se debía bajar la guardia.
Sin embargo, se han detectado hasta ahora 123 casos de pacientes diagnosticados en China, llegados de otras partes del planeta, donde el virus se sigue propagando.

De los últimos casos de este tipo, 4 se registraron en Pekín, 3 en Cantón (en el sureste), 2 en Shanghái (este), 1 en Yunnan (sur) y 1 en Gansu (centro-norte, 1).
El temor a un rebrote ha llevado a las autoridades a dictar que, todas las personas que viajen a Beijing desde el extranjero, sean enviadas a instalaciones habilitadas para realizar una cuarentena obligatoria de 14 días.
Incluso, los residentes no podrán realizar la cuarentena en su casa a no ser que sean mayores de 70 años, menores de edad, mujeres embarazadas y los que puedan demostrar que viven solos, además de los enfermos cuya dolencia no les permita someterse al aislamiento.
En esos casos, los viajeros tendrán que solicitar, antes de regresar a Beijing, hacer la cuarentena en su casa a su comunidad de residencia, que deberá «verificar» si la vivienda del solicitante «cumple con las condiciones», según el comunicado del Gobierno municipal.
En el caso de hacerse en un hotel, los viajeros de paso y los residentes -muchos de los cuales deben regresar a la ciudad para retomar sus trabajos- tendrán que abonar los gastos de alojamiento, según la instrucción municipal.
Las personas entrantes tienen que rellenar un formulario de salud, y quien mienta al dar sus datos incurrirá en un delito, según una directriz hecha pública este lunes.
«Aquellas personas contagiadas o sospechosas de estar contagiadas que se nieguen a hacer cuarentena, o que mientan al rellenar sus formularios de salud en los puntos de control fronterizo se enfrentarán a sanciones penales», aseguraron conjuntamente el Tribunal Supremo, la Fiscalía Suprema, el Ministerio de Seguridad Pública, el de Justicia y la Administración General de Aduanas.
Además, «quien cause la propagación de una enfermedad infecciosa cuando podría evitarse mediante una cuarentena se enfrentará a sanciones que van desde una multa hasta cárcel de tres años», añaden.
La directriz pide también a las autoridades de seguridad pública que traten los casos relacionados «de acuerdo con la ley» y «aceleren y expongan tales actividades criminales durante el período de prevención y control del COVID-19 para tener un fuerte efecto disuasorio».