Se esperaba una palabra final del máximo pontífice sobre este asunto, después de que los obispos de la región aprobaran en la asamblea celebrada en octubre la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados y reconocidos por su comunidad para permitir celebrar la eucaristía.
Luego de meses de debates y controversias internas en la Iglesia católica, el Papa Francisco rechazó la posibilidad de ordenar a hombres casados para acabar con la escasez de sacerdotes sobre todo en las zonas más remotas del planeta.
La recomendación, presentada por obispos latinoamericanos el año pasado, había hecho prender las alarmas entre los conservadores en el seno de la Iglesia Católica, que temían pudiera provocar un cambio en el secular compromiso al celibato de los sacerdotes.